
06 de agosto de 2025 – La Plata. El juez federal Ernesto Kreplak determinó que al menos 33.731 ampollas del lote 31202 de fentanilo fueron aplicadas a pacientes internados en hospitales y clínicas de todo el país, antes de que el producto fuera prohibido por la ANMAT.

Redacción EL ARGENTINO
El medicamento, elaborado por Laboratorios Ramallo S.A. y HLB Pharma Group, se encontraba contaminado con dos tipos de bacterias y, según la investigación, está vinculado hasta el momento con la muerte de 68 personas, mientras que otros 20 casos continúan en análisis.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) dispuso el 11 de mayo pasado la prohibición del uso, distribución y comercialización del lote contaminado mediante la disposición 3156/2025. Se trata del producto “Fentanilo HLB / Citrato de Fentanilo 0,05 mg/ml”, solución inyectable en frasco ampolla de 5 ml, con vencimiento en septiembre de 2026 y número de certificado 53.100.
El juez Kreplak investiga las responsabilidades penales de 24 personas, entre ellas Ariel García Furfaro, señalado como principal involucrado, junto a sus hermanos, su madre y su abuela de 90 años, quienes habrían participado en la estructura societaria de las firmas señaladas. En la causa también están bajo la lupa los directores técnicos de los laboratorios y los responsables del control de calidad de los medicamentos.
La Justicia determinó que las 154.530 ampollas del lote en cuestión fueron producidas el 18 de diciembre de 2024 y vendidas en su totalidad. Desde entonces, parte de esa producción fue administrada a pacientes con patologías graves, incluyendo un caso emblemático: Giovanni, un bebé cordobés que habría sido infectado tras la aplicación del fármaco.
En el marco de la causa judicial (expediente 17371/2025), el juez resolvió el embargo general de bienes de los 24 imputados el pasado 10 de julio. Previamente, el 23 de mayo, dictó también la prohibición de salida del país para todos los involucrados, como medida preventiva para evitar riesgos procesales, como fuga o entorpecimiento de la investigación, y para preservar los bienes que pudieran tener origen en actividades delictivas.
Actualmente, continúa el proceso de recupero de las ampollas aún no utilizadas, que desde el 11 de marzo están bajo prohibición sanitaria. Las autoridades buscan determinar con precisión cuántas de las dosis restantes fueron descartadas o aún se encuentran almacenadas.
La causa, por su alcance y gravedad, se perfila como una de las más importantes vinculadas a la seguridad sanitaria y farmacológica de los últimos años en Argentina.
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