
El día 26 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino con el objeto de visibilizar una problemática de salud más vigente que nunca.

Redacción EL ARGENTINO
Por Guillermo Oscar Britos*
El cáncer de cuello uterino es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en la mujer después del cáncer de mama, pulmón y cáncer colorrectal. A diferencia de estos últimos, el cáncer de cuello uterino tiene estrategias efectivas de prevención cuyos pilares son la vacunación para el virus del papiloma humano (VPH), el uso de profilácticos durante las relaciones sexuales y el control periódico ginecológico a través del Papanicolaou.
Mortalidad por cáncer de cuello uterino en Argentina: La tasa específica de mortalidad por cáncer de cuello uterino fue de 9,4 cada 100.000 mujeres en el año 2024, con picos de 20,1 para mujeres de entre 65 a 69 años, y de 21.3 para las edades de entre 75 a 79 años. Esta enfermedad se torna más prevalente a partir de los 40 años. Otro aspecto que hay que señalar es que desde 2002 hasta el año 2022 la mortalidad se ha mantenido con un ligero aumento, con variaciones según las jurisdicciones con un máximo en las provincias de Formosa y Misiones con tasas ajustada por edad (TAE) de 17,3 y 15,0 respectivamente. Entre Ríos junto con otras provincias está en el rango de 4,4 a 7,0 de TAE.
Prevención del cáncer de cuello uterino: La prevención se basa en los pilares antes enumerados, el fin último de la prevención es evitar o detectar a tiempo las infecciones del VPH de alto riesgo. Este virus es un virus de trasmisión sexual del cual se han descripto más de 200 tipos, la mayoría sin causar problemas de salud. Se los divide en virus de bajo riesgo aquellos que producen verrugas indolentes, y de alto riesgo a los que son capaces de causar cáncer en cuello uterino y otros órganos. La infección por VPH es una de las infecciones de trasmisión sexual (ITS) más comunes y afectan tanto a mujeres como a hombres. Se calcula que un 80 % de las mujeres que llegan a la edad de 50 años habrá contraído la infección por HPV en algún momento de su vida.
Vacunación contra el VPH
La vacunación, que en nuestro país es gratuita, se recomienda para niños de ambos sexos a los 11 años y en una sola dosis. La razón de vacunar a niños antes del inicio de las relaciones sexuales es que la vacuna es muy eficaz para prevenir la infección por HPV pero no para tratarla. La vacunación brinda protección para las verrugas genitales y la mayoría de los cánceres de cuello uterino. Lo interesante es que cualquier persona mayor con indicación médica puede vacunarse si lo desea.
Uso de profiláctico en las relaciones sexuales: El uso de preservativo durante las relaciones sexuales ayuda a prevenir el cáncer de cuello uterino al evitar el contagio del VPH que es el principal factor de riesgo de esta enfermedad. Aunque esta protección no es completa debido a zonas expuestas de la piel que aún pueden trasmitir la infección.
Exámenes para detección del cáncer uterino: Son dos las pruebas que permiten una detección temprana: el test o prueba del VPH y la citología cervicovaginal o Papanicolaou (PAP). El test del VPH se realiza a mujeres mayores de 30 años y busca detectar el DNA (ácido desoxirribonucleico) del virus del HPV a fin de encontrar personas con riesgo de contraer cáncer de cuello uterino.
El Papanicolaou permite por su parte detectar células con alteraciones producidas por el virus o que están en vías de transformarse en cáncer. Un hecho significativo es que las alteraciones de las células del cuello uterino que llevan a causar cáncer se producen durante un lapso prolongado (10 años aproximadamente) lo que hace detectable estas lesiones a través de un control periódico con PAP.
El procedimiento de obtención de la muestra es muy sencillo e inocuo, se realiza en consultorio y es practicado por personas entrenadas especialmente Médicos Ginecólogos. La muestra obtenida es procesada y coloreada por Citólogos y Médicos Patólogos que son los que interpretan las alteraciones de las células y confirman o descartan infección por VPH y /o la presencia de lesiones precursoras o cancerosas. Adicionalmente el PAP permite detectar otras infecciones y distintos procesos inflamatorios cervicovaginales.
Tratamiento del cáncer de cuello uterino: Las pruebas de detección del VPH o de las lesiones precursoras de cáncer de cuello uterino buscan evitar la aparición del cáncer. El tratamiento de estas lesiones precancerosas es a través de la extirpación del cuello uterino que puede hacerse por distintos métodos quirúrgicos pero que son limitados y altamente eficaces. Cuando estas lesiones progresan a cáncer el tratamiento depende del estadio pero incluyen cirugía, quimio, radio e inmunoterapia y medicamentos de terapia dirigida.
Algunas conclusiones
La prevención del cáncer de cuello uterino es posible a través de distintas estrategias que buscan detectar o prevenir la infección del VPH, uno de los factores de riesgo principales de causar este cáncer. El PAP por su sencillez y accesibilidad se ha impuesto como método de detección precoz, pero aún la enfermedad causa una significativa morbimortalidad, como lo demuestran las estadísticas. Mi experiencia personal revela que los cánceres se observan principalmente en mujeres que nunca realizaron un control a través del PAP o que han abandonado el control periódico por un largo tiempo. Es tiempo de tomar conciencia de esta realidad para evitar las consecuencias serias y a veces inevitables del cáncer de cuello uterino.
* Médico Especialista en Anatomía Patológica (MP 6340).
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