El director de la comparsa del Club Tiro Federal cuenta cómo vive su debut en el Carnaval del País.
Por Germán Farabello
Con más de 20 años de experiencia, Guillermo Carabajal debuta en el carnaval de Gualeguaychú en el rol de director artístico con “Endiablada”. Si bien su carrera en esta fiesta comenzó más de dos décadas atrás, cuando se inició como colaborador en O’Bahía, encabezó varios proyectos artísticos en la vecina ciudad de Gualeguay. Primero, dirigiendo el vestuario de la comparsa Samba Verá desde el año 2009. Luego, en 2014 llegaría la oportunidad de dirigir la comparsa Si Si, rol que desempeñó hasta el 2024, cuando se presentó la oportunidad de encabezar el equipo de Ará-Yeví.
- ¿Qué diferencias encontraste al dirigir por primera vez en el carnaval de Gualeguaychú después de tantos años en Gualeguay?
- En el carnaval de Gualeguay, si bien hay menos presupuesto uno trata de hacer todo lo que puede. Hay más limitaciones en cuanto a los materiales que se pueden trabajar, como también en cuanto a costos o mano de obra. Para mí era una asignatura pendiente venir acá para poder hacer lo que allá no podía. Yo vine a aprender, a hacer y a crear. Siento que se subestimó el hecho de que como vengo de trabajar en un corso, se puso en duda el tipo de trabajo que yo podía hacer. Hay limitaciones que van más allá de lo que uno puede hacer artísticamente y no porque no tenga la capacidad para hacerlo.
- La propuesta “Endiablada” tuvo muy buena recepción ¿Por qué crees que sucedió eso?
- Para mí, lo primordial era lograr un buen producto para el integrante, para los trabajadores de la comparsa y para la comisión del club, además de estar a la altura del espectáculo. Eran muchas presiones y, más allá de algunas cuestiones organizativas, todo se fue encarrilando para que lo pueda disfrutar. Creo que esto se logra por el conjunto tanto de integrantes, vestuario, música, carrozas. Esa atmósfera que se genera es lo que se transmite y a su vez es lo que recibimos de parte de la crítica. Como artistas sabemos que puede gustar o no, pero los integrantes y la gente del club están todos contentos y orgullosos de todo el proceso.
- Este año Ará-Yeví presenta una estética muy distinta a lo que se venía planteando ¿Fue intencional o tuvo que ver con este proyecto?
- Fue por el proyecto, más allá que desde la convocatoria de la subcomisión también querían cambiar la forma en que se venían planteado las cosas. Eso tiene que ver con la estética y el estilo de cada persona. La idea era dar un vuelco en ese aspecto.
- ¿Sentís que Ará-Yeví está para competir por el primer puesto?
- Yo siento que sí. No lo digo yo solamente, sino también los integrantes, la gente que trabaja acá, el público, las redes sociales. Creo que eso un poco molesta también y que de ahí puede haber venido el tema de la quita de puntos. Tal vez, yo antes no vivía cuestiones internas como estar viendo qué sacaste o no para descontarte un punto. Lo entiendo, porque es una competencia, pero creo que habría que arreglar algunas cosas del reglamento porque donde hay grises cada uno interpreta lo que quiere. Tampoco creo que se puede ser juez y parte. Está bien que se fiscalice porque corresponde, pero que no se convierta en una cacería de brujas.
- ¿Cómo planteas la forma de trabajo para tu equipo?
- Durante el año, todos trabajamos día a día y cada uno pudo aportar desde su área para enriquecer el proyecto. Casi siempre se toman los aportes y se trabaja sobre esas propuestas. Hay cosas que salieron mucho más fáciles y otras que tomaron más tiempo y análisis, pero fue muy bueno trabajar en equipo. No me gusta limitar a nadie artísticamente, sino darle la posibilidad de demostrar qué saben hacer, de esa forma se enriquece más el trabajo. En el caso de carrozas, por ejemplo, a Adrián Ghiglia lo conozco hace muchos años y le di la libertad de trabajar más allá de lo que estaba planteado.
- ¿Qué temática de las otras comparsas participantes elegirías para dirigir? ¿Por qué?
- Elegiría “Iguales” de Papelitos, primero que nada, por la cuestión estética. Además, por la posibilidad que me permitiría trabajar en cuanto a la fantasía, que está bueno. A su vez, esa cuota de denuncia social como metáfora me parece que está buena.