La comparsa del Club Central Entrerriano consolidó sus fortalezas en la cuarta noche del Carnaval del País. Con su propuesta "Ítaca", el director rojinegro Facundo Lucardi Navarro desarrolla una reversión carnestolenda del poema homérico La Odisea.
Por Germán Farabello
Marí-Marí corrigió los errores y se mete en la competencia. Esta vez, la Comisión de Frente lució mucho más ordenada. El acting ejecutado por la bailarina Rosarios Sánchez en el doble rol de pasista y bastonera principal mostró mejorías.
El orden en general de toda la propuesta benefició el desarrollo de la misma. Tanto el show de la batucada como la coreografía de los guerreros tuvieron sus momentos para lucirse. Vale destacar el trabajo llevado adelante por la coreógrafa Natalia Miño Raffo.
La carroza de apertura luce un imponente caballo de Troya que se destaca por la buena calidad de su escultura, como así también de sus terminaciones e iluminación.
El desfile de Marí-Marí fue prolijo, superando las falencias de la noche anterior. Del mismo modo, las coreografías generales funcionaron en esa idea de contagiar al público al ritmo de estribillos y arengas.
El destaque del barco fue acompañado por el desplazamiento de la escuadra que la antecede junto a las bahianas, algo que dinamiza el desfile de los rojinegros.
La llegada de la segunda carroza propone una nueva paleta de colores que van del naranja, dorado y turquesa. Es notable el trabajo realizado por el equipo de vestuarios a cargo de Nicolás Collazo. Noche a noche se advierten más y mejores terminaciones, poniendo a Marí-Marí en competencia en ese rubro.
Entre los personajes más destacados se pueden mencionar a los Portabanderas Natalia Loschiavo y Gustavo Galante. Con trajes lujosos, que además de la abundante pedrería suman efectos lumínicos, el dúo se afianza en cada pasada.
Del mismo modo, la reina Felicita Fouce tuvo una noche especial. Con una gran hinchada de amigos, la soberana rojinegra se mostró feliz y emocionada al llegar al tramo de casa rosada. Sin dudas, una gran representante de sus colores.
Sobre el final, la banda musical Toque de Samba volvió a hacer latir el corsódromo con sus melodías inconfundibles. Con el retorno de Juan Boari en su rol de animador, el conjunto liderado por Martín Irigoyen nunca decepciona.
Buena noche para Marí-Marí que aprende de sus errores y se pone firme en la competencia por la copa 2025.