Redacción EL ARGENTINO
La iniciativa anunciada informaba que el programa permite acceder a créditos hipotecarios destinados a la construcción de viviendas nuevas o la mejora de viviendas existentes.
“El objetivo del programa es brindar soluciones habitacionales a familias que no cuentan con una vivienda única y permanente”, indicaban. Además, la cita quedaba programada para el martes 11 de febrero, de 10 a 12 horas, en la oficina de Desarrollo Social de la localidad.
¿Qué pasó en el medio? Los vecinos se acercaron a EL ARGENTINO para relatar que fueron “varias personas para que nos asesoren desde el IAPV. Fuimos de 10 a 12 como decía la convocatoria. Incluso hubo mucha gente que tuvo que pedir permiso en el trabajo, gente con criaturas pequeñas, bebés chiquitos. Llegamos, nos anunciamos, anotaron nuestros nombres y nos dijeron que nos iban a llamar. Pasó una hora, dos horas y nadie nos atendió”.
“El asesoramiento era de 10 a 12; muy poco tiempo para la demanda habitacional que hay en este momento”, alertó una de las vecinas. “Estábamos bajo la lluvia, con criaturas, con bebés. Venía tormenta eléctrica y ni siquiera salieron a reprogramarnos la reunión”, sumó otro de los damnificados.
Además, se quejaron que “teniendo tantos espacios, nos hubiesen podido convocar en un SUM, en una escuela, o en otro salón”.
“Nadie se movió”, dijo la vecina y aclaró: “No fuimos a pedir que nos regalen nada, ni por una vivienda social; fuimos para asesorarnos por un crédito hipotecario que lo íbamos a pagar como trabajadores que somos”.
Finalmente, pasadas las 12 horas “salió una mujer y nos preguntó si seguíamos en la fila de espera y ahí nos comunicó que no atendían más. Nadie había salido a avisarnos que no nos iban a atender. Ingresamos al lugar a hacer la consulta, nos dijeron que efectivamente no nos iban a atender, que no sabían cómo lo iban a manejar. Nos enojamos, obviamente. Así que, nos quedamos todos sin ser atendidos, mojados. Fue toda una vergüenza”, cerró.