En su sexto año como Director artístico de Papelitos, Juane Villagra vuelve a apostar a una temática social desde una mirada fantástica con guiños y referencias a la historia local.
Por Germán Farabello
Con un tricampeonato como resultado, desde el 2017 emprendió la difícil tarea de reorganizar los talleres de la comparsa y dotar a su equipo de un sentido de pertenencia que los haga sentir campeones antes de salir a la pista. Diseñador gráfico de profesión, se declara hincha fanático de Papelitos.
Son más de las 6 de la tarde y en el Taller de Vestuario de Papelitos ya no queda casi nadie, excepto él. Con un mate recién preparado, mientras continua pegando piedras a las alas de una de las “hadas lavanderas”, Juane nos espera fuera de su horario de trabajo para poder conversar sobre este espectáculo que tanto lo apasiona. “El taller trabaja de 8 a 16, pero me quedé para charlar con ustedes”, nos dice mientras nos muestra orgulloso los miles de detalles que contienen los vestuarios de “Iguales”, su última creación para la edición 2025.
P: Hace unos años venís trabajando sobre una fórmula que combina algún tema social, una historia emotiva, una estética en particular que ayude a desarrollar esa idea y muchas referencias a la historia y la cultura de Gualeguaychú. ¿Cómo surge la temática de este año?
R: Terminó siendo una cuestión social, en estas problemáticas actuales que venimos tratando la idea era hablar en contra del bullying. En este caso hablamos del aspecto físico de un ser fantástico, en una forma poética. Tiene el contenido social donde a los seres fantásticos del Oeste los marginan, y los humanos del Este se creen superiores. En esta historia en la que se van mezclando cuestiones como la mitología, tenía que estar la historia de Juventud, de Papelitos, y particularmente me gusta hacer un pequeño homenaje a Gualeguaychú. “Iguales” transcurre en una ciudad distópica donde no hay tiempos y todo puede pasar. Papelitos se ubica en plena revolución industrial, y eso desencadena esta ruptura de la sociedad. Por eso me permito hablar del Frigorífico, del puerto, siempre con las cualidades de estos seres fantásticos. Así se va generando cómo me imagino a Gualeguaychú si existieran gigantes, centauros, minotauros y hadas.
P: Ya habías mostrado tu gusto por el steampunk en Carnival Freak Show (2018), y ahora volviste a usar esa estética pero de forma mucho más presente. Algunos dicen que repetís una estética ¿Querés aclarar algo sobre eso?
R: Creo que ni siquiera amerita la aclaración (risas). Hacemos una feria de freaks, después hacemos Recreación (2020) que tal vez es la más híbrida de todas, un tema africano (Pawé 2022), después un estilo victoriano como fue León (2023), después un estilo vikingo (Valkë 2024), y ahora esto. Diría que todas tienen un hilo conductor, se conectan desde el mensaje, desde la profundidad. El hecho de que se entienda el relato para mí es fundamental. Cuando hablan que el carnaval es arte, no, no es solo arte, es arte y comunicación. Cuando tenemos un tema a contar, hay que ser muy minucioso de qué y cómo contarlo.
P: Si pudieras elegir una de las comparsas que compiten este año, ya sea por la temática o por la experiencia ¿Cuál de las tres otras tres te gustaría dirigir?
R: Es muy difícil porque es una pregunta bastante jugada. Uno tiene que ser respetuoso con el resto de los colegas. Tal vez me sentiría más cómodo dirigiendo la temática de Ará-Yeví, que es más abierta para la fantasía. No porque las otras temáticas no lo sean, a mí que me gusta trabajar mucho con el color, por eso creo que elegiría a Ará-Yeví.
P: ¿Sentís la presión de volver a ganar después de un tricampeonato? Y en ese sentido, ¿Cómo evaluarías a Papelitos tras la primera noche del 2025?
R: La presión me la saqué desde el momento en que Papelitos ganó. Las últimas ediciones con cuatro comparsas han dado un poco de oxígeno a los que trabajan en el Carnaval, porque antes si salías segundo, no servías. Siempre se sale a ganar y a superarse año a año. Con el resultado de la comparsa estamos todos más que contentos, la recepción ha sido muy buena. Mientras íbamos desfilando había gente que transmitía hasta un veredicto, por así decirlo y no solo hinchas sino espectadores.
P: ¿Qué es lo más difícil de ser el Director de una comparsa?
La tarea más difícil es atender un montón de problemáticas que tenemos los que trabajamos acá. A su vez, la problemática de 240 integrantes, colaboradores, etc. Yo estoy atento desde el agua para el integrante, que no falten insumos en el taller, hasta dejar para cambiar a lo último a los que van más tapados. No me parece difícil trabajar con la dirigencia porque estoy en Papelitos desde el año ‘95 y he pasado por distintas áreas. En lo artístico lo más importante es tener definido hacia dónde va la historia, ya que en mi caso me gusta compartirlo con todas las áreas. Si la primera idea está clara después se va enriqueciendo con los aportes que hacen todos. Una vez que defino la estética y la historia a contar, veo cómo narrar ese relato de la mejor manera posible. El mayor elogio que puede tener Papelitos es que digan “la entiendo desde que arranca hasta que termina”. Eso es un trabajo difícil artísticamente.
Así fue el impacto tras los cambios en Vestuario y Maquillaje
Villagra contó que las incorporaciones se ensamblaron enseguida. Sobre todo en cuanto a vestuario: el trabajo y la experiencia de Raulo Galarraga se potenció, no solo como director de vestuario sino por su rol que ha tenido como Director de Carnaval. “Le ha dado un toque fresco a la temática, incorporando nuevos textiles y nueva moldería. También en cuanto a diseño, por ejemplo reina, pasista, o apertura fueron diseños de Raulo sin perder nuestra línea de diseños o la forma de comunicar. Estamos muy entusiasmados”. Además, contó que la incorporación de Florencia Leuze en la Dirección de Maquillaje aportó un estilo y una metodología muy parecida a la que fuimos creando con Juliana Elicalde. “Flor ya ha participado muchos años como maquilladora, pero esta es su primera vez a cargo del equipo y desde la primera noche salimos muy aceitados”.