
Por 4
A dos semanas de que comience el otoño, la pregunta que se hacen los vecinos que viven en Av. Rocamora desde Jujuy hasta Buenos Aires es si ya no es tiempo de que la municipalidad comience a inspeccionar las palmeras, para evitar que una palma caiga sobre la cabeza de un infortunado peatón o abolle el techo o el capot de un auto.
En este trabajo de poda el municipio cuenta con una ventaja, por la característica de la especie arbórea, las palmeras pueden ser podadas en cualquier época del año, y no se necesita que llegue el otoño como sucede con otros árboles, para iniciar los trabajos. Sin embargo, para poder hacer esa tarea se necesita de una hidrogrúa con un brazo de más de 10 metros de largo para poder llegar hasta las copas más altas. Desde el Corsódromo hasta Primera Junta y Jujuy los desprendimientos de las hojas son unas constantes, debido al inusual comportamiento del clima que se está desarrollando durante este verano. Las tormentas con fuertes vientos y precipitaciones, realizaron una poda natural.
El problema es que el municipio solo dispone de una hidrogrúa con un brazo que llegue hasta la altura de la copa de las palmeras, y esa grúa es utilizada por Electrotécnica Municipal, no obstante la Dirección de Espacios Verdes, debería tener un plan de trabajo para poco a poco ir sacando las palmas secas, que puede representar un peligro para los peatones. Una de ellas que es un peligro en potencia es la palmera que está en Andrade y Rocamora cerca del monumento del fundador de Gualeguaychú, en la cual las palmas están secas y a punto de caer, en un lugar donde a las 8, a las 12, a las 13 y a las 17 cientos de chicos entran y salen de la Escuela Tomás de Rocamora.
Comentarios
