
El 29 y 30 de mayo se produjo en Nueva York la segunda ronda del proceso de facilitación a cargo del rey de España, a través del facilitador Juan Antonio Yánez Barnuevo y que convocan a Argentina y Uruguay para encontrar una solución a la controversia por la presencia de Botnia en la región.
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La información oficial que se volcó al final de ese diálogo fue escueta si se la dimensiona con las expectativas que encierra una controversia de esta magnitud y la incertidumbre que pesa sobre las poblaciones directamente afectadas.
No obstante, EL ARGENTINO accedió a la documentación oficial que produjo dicho encuentro, gracias a un paciente trabajo de investigación que implicó recorrer varios despachos oficiales del gobierno de Tabaré Vázquez.
En Nueva York ambas delegaciones se propusieron abordar cuatro puntos, marcados desde la ?A? hasta la ?D?, y que implicaba responder sobre la localización de Botnia, la situación de los pasos fronterizos, y las cuestiones atinentes al Estatuto del Río Uruguay y la creación de una zona ambientalmente sustentable.
En esa oportunidad y bajo la atenta capacidad de escucha del embajador Yánez Barnuevo, Argentina le transmitió a la delegación uruguaya quince preguntas relacionadas con el proyecto de Botnia (incluida su localización y otras cuestiones relevantes), aclarando que Uruguay no podrá utilizarlas en las presentaciones escritas u orales que se realicen ante la Corte internacional de Justicia de La Haya ni podrá inferir que implica una aceptación de los proyectos autorizados unilateralmente por el vecino país.
Argentina le elevó a Uruguay en Nueva York quince preguntas, donde en todas se coincide siempre con la introducción de ?decisiones?, ?elecciones?, ?autorizaciones? ?unilaterales? que adoptó el vecino país.
De acuerdo a la información a la que accedió EL ARGENTINO sobre lo discutido y analizado en el segundo encuentro producido en Nueva York, la cancillería que conduce Jorge Taiana interrogó a la delegación uruguaya sobre las siguientes cuestiones, todas referidas al punto ?A? sobre la localización de Botnia:
1) Saber por qué Uruguay eligió unilateralmente la ubicación de Fray Bentos para Botnia, teniendo en cuenta que existen otros medios receptores más aptos para la descarga de la planta como el Río de la Plata o las aguas del Océano Atlántico, que ofrecen mejores condiciones para evitar perjuicios ambientales.
2) Saber qué antecedentes válidos fueron tomados por el Uruguay sobre similares proyectos industriales situados en otras partes del mundo sobre cursos fluviales compartidos similares a las características del río Uruguay.
3) Por qué no sólo se autorizó unilateralmente a Botnia en Fray Bentos, sino que Uruguay continuó el proyecto a pesar de la conflictividad social.
4) Por qué se autorizó la localización de Botnia teniendo como criterio únicamente los económicos, soslayando los aspectos ambientales y sociales.
5) Por qué se privilegió en la decisión de localizar a Botnia en Fray Bentos utilizando un método de opinión subjetivo y no repetible como es la cadena FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas).
6) Por qué no se tuvo en cuenta que la localización de Botnia iba a estar enfrente de un conjunto de ciudades argentinas que superan en total a los 100 mil habitantes y encima no se tuvo en cuenta el impacto social.
7) Por qué se autorizó a Botnia a producir frente al Balneario Ñandubaysal y en una región que viene invirtiendo desde hace décadas en materia turística y recreativa, para lo cual la salud del río y su conservación es primordial.
8) Por qué no se valoró la diversidad biológica del río Uruguay, que además sirve de sustento a la economía local y regional. Y no se tuvo en cuenta la supervivencia de especies consideradas en riesgo de extinción ni la capacidad reproductiva en los peces de la zona, ni los impactos ambientales tanto en la biota como en la población humana.
9) Por qué no se valoró que el río Uruguay provoca reversión en su flujo, tan recurrente en la zona.
10) Por qué no se tuvo en cuenta que al estar Botnia ubicada en Fray Bentos, la acción de los vientos predominantes obligará a los vecinos de Gualeguaychú a respirar las emisiones que producirá la empresa.
11) Por qué no se tuvieron en cuenta otras mediciones vinculadas con la tierra, el aire y el agua.
12) Por qué no se tuvo en cuenta que Botnia afectará sensiblemente a la preservación del ecosistema asociado del río Uruguay como son el sitio Ramsar, el Acuífero Guaraní y los Esteros de Farrapos.
13) Por qué, a pesar de que ahora ENCE ya decidió irse de Fray Bentos, se autorizó unilateralmente para que funcione Botnia a una distancia tan sólo de unos pocos kilómetros entre una planta y otra.
14) Por qué se autorizó a Botnia sin analizar los impactos que producirán otras empresas como la química Kemira, que en definitiva son parte del proyecto Orion y generarán impactos integrados. Y pone especial énfasis que Kemira producirá más químicos que los que necesitará Botnia para su producción de un millón de toneladas anuales y eso generará ?islas químicas? preocupantes.
15) Por qué no se tuvo en cuenta que al transportar la celulosa por medio de barcazas por el río Uruguay se traslada materiales muy tóxicos y eso genera un riesgo permanente y en toda circunstancia.
# La respuesta uruguaya
Cómo única respuesta a todos esos interrogantes, Uruguay contestó en Nueva York ?de acuerdo a la documentación a la que accedió EL ARGENTINO- en una carilla que comprende siete cortos párrafos.
?El Uruguay, como todo Estado dentro de su territorio ?expresó el vecino país en su respuesta-, autoriza un proyecto en tanto el mismo cumpla con la normativa vigente aplicable; en este caso la Ley de Evaluación de Impacto Ambiental y su decreto reglamentario y el Estatuto del Río Uruguay y el Digesto sobre Usos del Río Uruguay establecido por la CARU? (Comisión Administradora del Río Uruguay).
Y agrega: ?La CARU debe expedirse respecto de un proyecto determinado, que como tal incluye la definición de una localización específica. El Estatuto NO prevé que ante la iniciativa de una de las Partes por desarrollar un proyecto se deba consultar a través de la CARU a la otra Parte, respecto de cuál debiere ser el lugar más adecuado para el emplazamiento del Proyecto?. Y concluye la declaración del Uruguay: ?Cuando se plantea dialogar sobre la localización no se trata de conocer las razones y el proceso a través del cual se ha definido la localización en un determinado lugar, sino de analizar si la localización de un determinado proyecto en un sitio específico resulta o no en alteraciones ambientales significativas?-
Es ahí, donde Uruguay ?según confiaron a EL ARGENTINO fuentes de la cancillería que conduce Reinaldo Gargano-, le plantearon al facilitador español ?que en el ámbito de este proceso de diálogo se busque dar respuesta a la pregunta si Botnia, con sus particularidades específicas, causa o no alteraciones ambientales inadmisible sobre su entorno?.
Para ello -continuaron explicando los funcionarios uruguayos- proponen abordar el tema de la localización de Botnia a través del análisis de los siguientes tópicos: medio físico, medio biótico, aspectos sociales y cuestiones sobre difusión y consulta pública.
La respuesta del vecino país concluye que ?mucho ayudaría al trabajo que plantea este proceso de diálogo poder disponer de las objeciones Argentinas a la información que oportunamente fuera brindada por Uruguay en las distintas instancias de intercambio que se han desarrollado entre ambas partes o a los estudios internacionales que otros agentes han realizado?, como los de la Corporación Financiera Internacional.
?En Nueva York, Uruguay fue claro: propusimos continuar el diálogo con transparencia informativa, máximo nivel técnico para el abordaje de los cuestionamientos, absoluto compromiso político para priorizar la defensa del medio ambiente y el rigor de todos los controles del Estado con activa participación local?, se indicó a EL ARGENTINO.
?La propuesta de Uruguay es una clara actitud de abrir este proceso a acciones conjuntas y tememos que Argentina no pueda responder con solvencia científica porque en realidad tiene objeciones vinculadas a la marcha de su política interna que a cuestiones técnicas de este conflicto?, confesó a EL ARGENTINO la misma fuente del ministerio de Relaciones Exteriores del Uruguay.
El próximo encuentro entre ambas delegaciones se producirá en la segunda semana de julio. Allí se sabrá cuál será la respuesta Argentina al planteo del Uruguay y si pedirá una ampliación o mayor precisión a las respuestas que merecen sus quince interrogantes. También se sabrá con certeza si para el facilitador español hay voluntad para sostener un intercambio de diálogo realista o si se eluden las cuestiones de fondo y sólo se conversa para consolidar los hechos consumados hasta que Botnia inaugure o la Corte de La Haya resuelva.
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