
Mañana no será un día cualquiera. Por primera vez en la historia democrática argentina, se desarrollarán las primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias. Y eso implica que tal vez comience a visualizarse los tramos finales de la carrera electoral tanto para los oficialistas como para los opositores.
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Dicho esto surge el primer interrogante a nivel país: si Cristina Fernández de Kirchner superará el 40 por ciento de las voluntades ciudadanas. El porcentaje no es azaroso, porque implicará grandes chance de lograr la reelección el 23 de octubre.
Y el segundo dilema que plantea este 14 de agosto es quién se erigirá como segundo en la carrera presidencial, pero con un ingrediente no menor: también habrá que analizar qué diferencia existe entre el segundo y el tercero. Con respecto a los demás, del tercero para abajo, el desafío de ellos será seguir con entusiasmo una carrera que difícilmente les depare laureles de triunfo.
Otro punto que será interesante analizar es qué porcentaje del padrón electoral concurrirá a las urnas. Si bien son elecciones obligatorias para los cargos nacionales, en el fondo estas primarias no tienen tanto de eliminatorias para los candidatos y por eso mismo no se cumplirá su razón de ser, al menos de manera rigurosa.
Contextos
En el medio, un contexto que cambia según quien lo analice. El año electoral comenzó para el kirchnerismo de manera muy positiva; pero luego vivió derrotas electorales y algunas con resultados muy duros.
Esto ocurrió en las elecciones de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en Santa Fe y en Córdoba. Pero el impacto electoral no fue solamente en las urnas, porque en el medio estallaron algunos escándalos que aún hoy cuesta mucho digerir. Entre los dos que más impactan en la actualidad (pero no los únicos) se encuentra el escándalo por corrupción en la Fundación Madres de Plaza de Mayo y los incidentes en Jujuy a raíz de la ocupación de tierras con su saldo de muertos y heridos.
Los sectores de la oposición reconocen que el kirchnerismo goza del 40 por ciento, pero sostienen que el 60 por ciento de los argentinos no los apoya. El problema es que ese 60 por ciento está muy repartido entre cuatro o cinco candidatos que no pudieron o no quisieron unificarse como oposición sólida.
Para males, los tres candidatos de la oposición con mayores chances, Ricardo Alfonsín, Hermes Binner y Eduardo Duhalde, ya no le disputan los votos a Cristina sino que se pelean entre ellos.
Por eso saber quién saldrá segundo este domingo será un dato importante, porque permitirá a la oposición revalorizar sus prioridades y seguimientos. No es menor, que justamente quien no compite por la carrera presidencial hoy sea el opositor más duro que tiene el kirchnerismo: Mauricio Macri.
No hay expresión partidaria que no esté viviendo este 14 de agosto con más ansiedad que certezas.
Como dato anecdótico, muchos argentinos irán a votar este domingo por tercera vez en un mes como en el caso de los porteños o los santafecinos que lo harán dos veces en menos de un mes, o los cordobeses que lo harán dos veces en una misma semana.
Lo único concreto es que las elecciones primarias harán su debut en la escena democrática de los argentinos y todos saben que serán los indecisos y los independientes los que tienen en su decisión la posibilidad de inclinar la balanza para un lado como para el otro.
Por N.M.
EL ARGENTINO ©
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