
Un Cristo sin barba, con el cabello corto y vestido con una toga: grabada en un plato de vidrio del siglo IV, esta atípica representación, una de las más antiguas del cristianismo, fue descubierta por un equipo de arqueólogos en España.
Por 4
Durante tres años, los investigadores fueron encontrando pequeños fragmentos de vidrio bajo los restos de un edificio destinado al culto religioso en el yacimiento arqueológico de la antigua ciudad ibero-romana de Cástulo, en el sur de España.
Pero fue en julio cuando hallaron unos pedazos que, “por su tamaño y por los motivos que contenían”, permitieron reconocer que se trataba de “un documento arqueológico excepcional”, explicó el jefe del proyecto, Marcelo Castro.
Más que un retrato fiel se trata, según Castro, de un modelo artístico arcaico, denominado “alejandrino”, propio de una etapa temprana del cristianismo cuando, recién salido de la clandestinidad, atesoraba aún pocas imágenes.
Comentarios
