El papa Francisco inicia su retiro espiritual

El Vaticano se quedó ayer sin el Papa, los cardenales y los obispos de la Curia Romana (el gobierno central de la Iglesia), que se trasladaron en dos pullman, como otros años, a Ariccia, 30 kilómetros al sur de Roma, para seguir los tradicionales ejercicios espirituales en total aislamiento. Francisco y la comitiva regresarán el viernes 10. Hasta entonces han quedado suspendidas las actividades oficiales, incluida la audiencia general de los miércoles del Pontífice.

Escenario de los ejercicios es la Casa del Divino Maestro, de la orden de los padres paolinos, donde a las 18 local se realizó la primera sesión bajo el tema general “Pasión, muerte y resurrección de Jesús según san Mateo”.

Las meditaciones son guiadas por el padre franciscano Guido Michellini, de 53 años, milanés, docente en el Instituto Teológico de Asís, la ciudad de San Francisco.

Antes de iniciar el viaje, a las 16 hora local (las 12 en la Argentina), Francisco entonó el Angelus dominical del mediodía desde la ventana del estudio pontificio del tercer piso del Palacio Apostólico, frente a la multitud reunida abajo, en la plaza de San Pedro. Bergoglio recordó que hace unos días se inició la Cuaresma, “que es el camino del Pueblo de Dios hacia la Pascua, un camino de conversión, de lucha contra el mal con las armas de la oración, el ayuno y las obras de caridad”.

El Papa instó a los fieles a llevar siempre con ellos la Biblia como se lleva el teléfono móvil, para poder leerla más a menudo y meditar sobre su contenido.

Los ejercicios espirituales se realizarán entre el lunes y el jueves con la concelebración de la misa y dos meditaciones, por la mañana y la tarde. Después tendrá lugar la adoración eucarística y las vísperas.

El padre Michelini, que guiará las meditaciones, dijo a la radio Vaticana que “el Evangelio de Mateo es el Evangelio de la misericordia. La palabra comparece más veces que en los otros. Matteo insiste en lo que el papa Francisco se ha identificado: la mirada Jesús que llama a Pedro porque ha sido llamado y con él ha sido usada la misericordia”.

Los ejercicios espirituales para el Papa y la Curia se iniciaron en 1929 por voluntad del Papa Pío XI. Desde entonces unos ochenta predicadores de la Iglesia elegidos por los pontífices, la mayor parte pertenecientes a congregaciones religiosas, han propuesto las meditaciones al obispo de Roma y a los cardenales y obispos del Vaticano.

Los ejercicios se realizaron siempre en el Vaticano, hasta que en 2014 Jorge Bergoglio eligió una residencia de los padres paolinos en Ariccia, la Casa del Divino Maestro.

Las prédicas al Papa y los miembros de la Curia se imprimen más tarde en un libro que se vende en las librerías católicas.