
Es un opioide sintético 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más potente que la morfina y se ha convertido en una de las mayores amenazas para la salud pública a nivel global.

Redacción EL ARGENTINO
El fentanilo: una amenaza que requiere urgentes políticas de Estado. Originalmente desarrollado como un analgésico para tratar dolores agudos y crónicos en pacientes terminales, su uso ilícito ha escalado vertiginosamente en los últimos años, generando una crisis de salud pública sin precedentes.
Según datos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, entre abril de 2020 y abril de 2021, más de 100.000 personas murieron por sobredosis de drogas en ese país, y el fentanilo fue responsable de aproximadamente el 64% de esos casos.
Canadá también enfrenta una situación crítica: el gobierno canadiense reportó que, entre enero y septiembre de 2022, hubo más de 6.000 muertes relacionadas con opioides, siendo el fentanilo el principal culpable.
México, por su parte, no solo es uno de los países más afectados como consumidor, sino también como productor y puente de distribución hacia Estados Unidos. Según un informe de la Administración para el Control de Drogas (DEA), más del 90% del fentanilo incautado en EE.UU. proviene de laboratorios clandestinos mexicanos. Esto ha llevado a una creciente militarización de la lucha antidrogas en México, pero la situación sigue empeorando.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advierte que el fentanilo está expandiéndose rápidamente hacia Europa, donde países como Alemania y el Reino Unido han registrado un aumento alarmante en las incautaciones de esta sustancia. El informe anual de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) señala que el fentanilo y sus análogos están siendo detectados en mercados ilegales de al menos 30 países.
Características y efectos en el organismo
El fentanilo actúa uniéndose a los receptores opioides en el cerebro, lo que genera una sensación de euforia intensa y alivio del dolor. Sin embargo, su alta potencia incrementa exponencialmente el riesgo de sobredosis, incluso en pequeñas cantidades.
Los síntomas de una sobredosis incluyen depresión respiratoria severa, pérdida de conciencia y, en muchos casos, la muerte. Además, su fácil mezcla con otras drogas, como la cocaína o el MDMA, genera una combinación letal para usuarios desprevenidos.
La Situación en Argentina
En Argentina, aunque el consumo de fentanilo aún no ha alcanzado niveles epidémicos como en EEUU o Canadá, su presencia ya ha sido detectada en ciudades como Buenos Aires y Córdoba. Según un informe del Ministerio de Seguridad, en 2022 se realizaron varias incautaciones de fentanilo en operativos conjuntos con organismos internacionales. Sin embargo, la falta de políticas públicas específicas para abordar esta amenaza pone al país en una posición vulnerable frente a su expansión.
El problema radica en la ausencia de un marco regulatorio integral que incluya prevención, tratamiento y control. A diferencia de otros países, Argentina carece de programas de reducción de daños ampliamente implementados, como la distribución de naloxona (un antídoto para revertir sobredosis de opioides). Además, la capacidad de detección en aduanas y puertos es limitada, lo que facilita el ingreso de fentanilo desde países vecinos.
La Necesidad de Políticas de Estado
Los gobiernos de todo el mundo están adoptando medidas urgentes para combatir esta crisis. Por ejemplo, EUU lanzó el Plan Nacional de Control del Fentanilo, que incluye inversiones millonarias en educación, tratamiento y cooperación internacional. Canadá, por su parte, ha legalizado el uso de naloxona en espacios públicos y ha implementado programas de intercambio de jeringas.
Argentina, en cambio, sigue rezagada en este ámbito. Es imperativo que las autoridades nacionales desarrollen estrategias coordinadas entre ministerios, organizaciones civiles y organismos internacionales para prevenir una crisis similar. La inversión en educación, capacitación de profesionales de la salud y fortalecimiento de controles fronterizos son pasos fundamentales para evitar que el fentanilo se convierta en una amenaza mayor.
El tiempo apremia. Si no se toman medidas concretas, Argentina podría enfrentar una tragedia similar a la que azota a otros países. El fentanilo no es solo una droga; es una emergencia global que exige respuestas inmediatas y efectivas.
ADVERTENCIA: Este artículo busca concientizar sobre los peligros del fentanilo y la necesidad de políticas públicas integrales. Su uso recreativo o indebido puede ser fatal.
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