
Abel Antivero, candidato por la Marcha Blanca a secretario general de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) en las elecciones del próximo 25 de septiembre, dijo que asumió la tarea “con mucha humildad. Estoy totalmente convencido de que soy parte de un proyecto político sindical

Redacción EL ARGENTINO
Antivero analizó el contexto provincial y dijo que ve “con mucha preocupación” las medidas de ajuste tomadas por el Gobierno en el sistema educativo. En particular, se refirió al relevamiento sobre la situación de 300 escuelas rurales y de la zona de islas de nivel primario con vista a bajar de categoría y cerrar establecimientos con baja matrícula.
“Nos preocupa porque sabemos que se ha pedido un relevamiento de matrícula de las escuelas. Esto en el marco de lo que ocurre en la ruralidad, con un proceso socioeconómico en el cual algunas empresas forestales han tomado empleados con el requisito de que no tengan hijos y eso, por supuesto, termina implicando en la baja de la matrícula de algunas escuelas”, subrayó.
También fustigó la decisión del Consejo de Educación de reglamentar las asambleas escolares y prohibir su realización en horario escolar. “Históricamente nosotros hemos tenido una impronta muy democrática, donde en las asambleas participaban afiliados y no afiliados en cuanto a lo que tiene que ver con definiciones de nuestra política educativa”.
“Nunca nos había pasado esto de que un gobierno cercene la capacidad de expresión. En esto no hay ingenuidad: esta definición del Gobierno se realiza en el medio del proyecto de transformación del Iosper en la OSER. Nosotros fuimos muy críticos de esta política, la cuestionamos, y buscamos concientizar a las bases a través de las asambleas. Vemos un tinte dictatorial la decisión de cercenar la posibilidad de expresarnos”, puntualizó.
En cuanto a las asambleas escolares de cara al congreso de Agmer, indicó que “tiene que ver con nuestra cultura democrática: todas las voces se pueden escuchar, todos los compañeros pueden expresar cómo están viviendo la realidad, su vínculo con la obra social. Se van a dar posturas encontradas y desencontradas, lo que hace un poco más rico el debate. Se trata de una discusión horizontal y no verticalista”.
“Las asambleas son soberanas. He tenido posturas a favor de determinada propuesta salarial que después la asamblea de la seccional la ha rechazado. En el caso de OSER, mi posición es que hay que ocupar los espacios porque es un lugar de representación. Es un lugar que hay que ocupar porque hay compañeros que están en una situación vulnerable en lo que tiene que ver con la salud y necesitan capacidad de gestión, capacidad que nosotros perdimos una vez que se llevó a cabo la intervención en el mes de diciembre. Los compañeros quedaron huérfanos en cuanto a la representación” resumió.
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