
La fiscal Martina Cedrés había requerido 7 años, pero el juez Mauricio Derudi no dio por acreditado la utilización de un arma blanca para amenazarla y lo condenó a 3 años y 4 meses.

Redacción EL ARGENTINO
El hecho ocurrió el pasado 14 de noviembre, cerca de las 15. Una adolescente de 16 años caminaba por calle Rocamora, entre Del Valle y Concordia, y fue abordada por Juan Antonio “Calilo” García, que la tomó del brazo y la empujó hacia la pared, y según la denuncia, presionándole un objeto punzante debajo de sus costillas.
El delincuente le exigió que le entregara el teléfono celular, pero ante la negativa de la joven, y siguiendo el relato de la víctima, García le puso el arma en el cuello y volvió a amenazarla de muerte.
Una vez que obtuvo lo que quería, el delincuente logró huir por calle Concordia hacia el oeste, mientras que la víctima logró pedir ayuda en la vía pública a un remisero y a un policía, que posteriormente la llevaron hasta la casa de su hermana. Luego, y gracias a tareas de investigación y análisis de cámaras de vigilancia, se logró individualizar al autor del asalto.
Finalmente, fue detenido 72 horas después del asalto, mientras personal policial recorría la zona de calles Sargento Cabral y Güemes, frente al barrio Yapeyú. Este sujeto de 32 años fue trasladado a la Jefatura Departamental, se le tomó declaración de imputado y posteriormente se realizó un pedido de prisión preventiva, que en principio se otorgó hasta el 22 de noviembre y luego se modificó por un arresto en un centro de adicciones en Buenos Aires, que cumple hasta hoy.
A principios de marzo se realizó el juicio y solo una audiencia se necesitó para demostrar la autoría del crimen. La fiscal Martina Cedrés pidió 7 años por robo agravado, pero para el magistrado interviniente, durante el juicio no se pudo demostrar que el asaltante haya utilizado un arma blanca y por ello lo condenó por el delito de robo simple.
Este hombre ya había cumplido en la UP9 con una condena impuesta en marzo de 2016, donde había sido imputado por los delitos de hurto simple, violación de domicilio, y dos hechos de robo simple. Purgó una pena de tres años de prisión efectiva, que se cumplieron previo a la pandemia del Covid -19.
La condena no está firma. La semana próxima se conocerán los fundamentos del juez Mauricio Derudi y a partir de allí correrá el plazo para recurrir esa sentencia ante la Cámara de Casación de Concordia. Mientras tanto, García seguirá cumpliendo una prisión domiciliaria en el centro de adicciones de Buenos Aires.
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