
Cinco personas detenidas y al menos ocho heridos, todos ellos policías, fue el saldo de un nuevo desalojo con incidentes registrado ayer en un terreno de la capital de Tucumán, a una semana de la trágica intervención en Jujuy.
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A partir de la denuncia del propietario del predio ubicado en el norte de la ciudad de San Miguel de Tucumán, la Justicia emitió una orden de desalojo al cumplirse hoy el plazo de cinco días que le habían brindado a los ocupantes para abandonarlo.
Ante esta situación, el gobernador de Tucumán, José Alperovich, responsabilizó a “punteros políticos” por la toma y pidió que no haya más invasiones de propiedades privadas.
El predio en conflicto está situado entre las calles Salvador, Nicaragua, Diagonal Chaco y Rafael Obligado, a un costado de la avenida Circunvalación, en el norte de la capital provincial, donde hace un mes se asentaron unas 200 familias de los humildes barrios de Sitravi, Ampliación Sitravi, 11 de Febrero y San Francisco de Asís.
Luego de la denuncia del propietario del predio y la advertencia judicial, la Policía llegó a las 8 al lugar de la toma, a partir de la orden de desalojo firmada por la jueza subrogante Nora Wrexler.
Claudia Castillo, una de los ocupantes, declaró temprano en la mañana que permanecerían allí hasta las últimas consecuencias.
“Tengo tres nietos. Mis hijos trabajan en changas, a nosotros no nos alcanza para comprar un lote”, justificó la mujer en declaraciones a la prensa.
El inicio del conflicto fue confuso, ya que en primera instancia un grupo de usurpadores incendió una de las viviendas, lo que motivó el ingreso de la Policía.
Los agentes llevaron a cabo el desalojo violentamente, con balazos de goma y gases lacrimógenos, como respuesta a la resistencia de usurpadores armados con piedras y palos.
Incluso, la Policía utilizó a su cuerpo montado, que a bordo de caballos derribaron las casillas de los ocupantes y castigaron con latigazos de fusta a los ocupantes.
Según fuentes oficiales, cinco personas fueron detenidas durante el desalojo, uno de ellos menor, que fue devuelto a sus padres a las pocas horas.
Además, la Policía tucumana informó que ocho oficiales resultaron con heridas de distinta consideración, mientras que no existieron datos de afectados del lado de los ocupantes. Tras los incidentes, y en su única mención al tema, el gobernador Alperovich apuntó contra los “punteros políticos” por la toma del predio en el norte de la capital provincial.
“En época electoral los punteros aprovechan las oportunidades para quedar bien, pero están haciendo daño”, aseguró el mandatario en declaraciones a la prensa.
Mientras supervisaba obras de pavimentación en el barrio Angela Riera, también conocido como Villa Piolín, Alperovich solicitó que no haya más invasiones de propiedades privadas y destacó que próximamente se expropiará tierras para la gente.
“Lo que vamos a hacer en los próximos tiempos es expropiar para entregárselo a la gente. Pero que no se aprovechen, porque a nadie le gustaría que le ocupen su casa de un día para otro”, sostuvo.
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