
Unos 120 mil empleados de supermercados quedaron sin el incremento salarial pactado para abril, luego de que las grandes cadenas decidieran no abonarlo por falta de homologación oficial.

Redacción EL ARGENTINO
Supermercados frenan aumento de abril y tensan la relación con el gremio. Las principales cadenas de supermercados del país anunciaron que no pagarán el aumento salarial de abril a su personal, pese a que el mismo había sido acordado entre el sindicato de Comercio y las cámaras empresariales. La decisión se basa en la falta de homologación del acuerdo por parte del Gobierno nacional, lo que afecta a unos 120 mil trabajadores del sector.
La medida fue impulsada por la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) y otras entidades mercantiles, que interpretaron como una señal directa del Ejecutivo la postura del ministro de Economía, Luis Caputo, quien en una reunión mantenida esta semana aseguró que “el acuerdo paritario no será homologado”. Para las empresas, esto dejó sin sustento legal el pago del aumento del 1,9% previsto para abril, junto con una suma fija no remunerativa.
El convenio salarial había sido rubricado entre el gremio mercantil y las cámaras CAC, CAME y Udeca, contemplando un aumento acumulativo del 5,4% a aplicarse en tres meses y tres sumas fijas destinadas a compensar la inflación del primer trimestre. La intención original era evitar que los empleados del sector –uno de los más golpeados por la suba de precios– perdieran poder adquisitivo.
Sin embargo, la falta de homologación fue utilizada por las patronales como argumento para no liquidar los incrementos, pese a que el convenio incluía una cláusula que obligaba a las empresas a pagar incluso sin la aprobación oficial. Desde el gremio que lidera Armando Cavalieri se enviaron cartas documento a las cámaras empresarias exigiendo el cumplimiento del acuerdo. “El artículo fue desestimado por los supermercados, que liquidaron los sueldos sin los incrementos acordados”, confirmaron fuentes sindicales.
La decisión empresarial encendió las alarmas en el mundo gremial, donde consideran que se está ante un precedente preocupante en materia de relaciones laborales. El episodio además reaviva la tensión entre el sindicalismo y el gobierno de Javier Milei, que desde su asunción ha mantenido una política de firme control sobre los acuerdos salariales, en línea con su objetivo de contener la inflación tras el cambio en el esquema cambiario.
Por el momento, no se anunciaron medidas de fuerza, pero el conflicto amenaza con escalar si las cadenas supermercadistas no revierten su decisión y cumplen lo pactado. Mientras tanto, los trabajadores del sector deberán esperar una resolución que, por ahora, parece lejos de llegar.
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