
Peritos oficiales descartaron que haya rastros de impacto de bala en el helicóptero en el que perdió la vida Carlos Menem Junior al caer a tierra en 1995, en el marco de una investigación en que se intenta determinar si se trató de un atentado.
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Luego de varios meses de espera, el juez federal de San Nicolás, Carlos Villafuerte Ruzo, recibió el informe que determinará a partir de ahora la línea de investigación, que se reabrió en 2010 luego de haber sido archivada.
El informe pericial constó de un estudio comparativo de imágenes, entre las de video que se registraron apenas cayó el helicóptero aquel 15 de marzo de 1995 y fotografías tomadas posteriormente de distintas partes de la máquina.
Del estudio del cobertor del hidráulico de la nave, tanto en su parte interna como externa, los especialistas detectaron la presencia de "un orificio de forma irregular, que habría sido producido por el impacto de un objeto irregular tipo esquirla, descartándose que se trate de una bala".
Incluso, al analizar imágenes de la cola del helicóptero se concluyó que ni siquiera era un orificio "sino que se trata de una deformación adquirida de la chapa".
También por el análisis de fotografías que mostrarían una alteración de la chapa interior de la puerta derecha, los expertos trazaron una posible hipótesis del ángulo de trayectoria de un proyectil y las zonas de la nave que debería haber atravesado para arribar a la zona afectada.
Así, llegaron a la conclusión de que el impacto se habría producido desde abajo hacia arriba y de afuera hacia adentro, con un ángulo que determinaría que, de haber disparo, habría sido prácticamente desde abajo de la aeronave.
Pero "no se encontraron orificios en la zona inferior del fuselaje que evidencien una compatibilidad con la trayectoria en línea recta de una bala", concluyó el estudio.
Además, el orificio rectangular encontrado en el lugar fue comparado con el rastro que deja un impacto de bala, lo que arrojó "diferencias sustanciales".
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