
Los frentistas al Polideportivo, piden mayor presencia policial por la noche y que se erradique un aguantadero que está a metros del centro de Salud Baggio. Les preocupa la venta de drogas y la falta de desmalezamiento del predio deportivo.

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Hace ya 19 años que los vecinos del Barrio Cover ubicado detrás del Polideportivo, habitan las viviendas que ellos mismos construyeron con sus propias manos. Fue una de las primeras cooperativas de viviendas por autoconstrucción que se gestó en nuestra ciudad, y esa vivencia permitió un vínculo de solidaridad entre los vecinos que perdura hasta hoy.
Esa solidaridad aflora cuando se ve amenazada la paz del barrio, por una banda de jóvenes que se hacen llamar “Guasones”, y asolan por las noches y las siestas a las casas del vecindario robando distintos enseres que tenga algún valor en la venta clandestina que muchas veces, esos objetos robados son ofrecidos en el mismo polideportivo, horas después de haber sido substraídos de la vivienda.
A los vecinos le alarma e indigna ver como un grupo de jóvenes instaló una carpa debajo de unos eucaliptos a metros del centro de Salud J.J. Baggio, quien según manifestaron a EL ARGENTINO, “utilizan la carpa como aguantadero”, y además “nos sentimos observados permanentemente por ellos, siempre saben de nuestros movimientos”, resaltó una vecina, que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias de los malvivientes.
“Nos parece que el intendente no conoce al barrio Cover, creo que jamás en los casi siete años y medio como intendente, vino por aquí ni siquiera a pedir un voto. El Polideportivo es tierra de nadie, se vende droga todas las noches, y vemos la llegada de remises que traen a jóvenes de noche a comprar droga por calle Güemes y España, esto genera que la inseguridad en nuestro barrio sea ya insoportable. En 15 días tuve dos robos”, remarcó la vecina.
Las pocas luminarias y los yuyales del Polideportivo del sector que da a calle Zubiaur, genera una sensación de inseguridad adicional sobre los vecinos, que desde sus casas pueden ver los grafitos que los mismos jóvenes malvivientes escribieron con aerosol sobre una de los laterales del Gimasio del Polideportivo.
El grafiti dice “aguante la droga”, “Guasones”. La seguridad de la zona está a cargo de la Comisaría 2da, pero por lo complejo que son los barrios, hace que la Comisaría no cuente con los elementos y el personal necesario para llevar adelante una tarea prevencional eficiente.
“Fui a la comisaría a realizar la denuncia porque me habían robado el sillón, le dije al policía que me atendió que había visto al delincuente con mi sillón ofreciéndolo sobre calle Güemes, el policía me tomó la denuncia, pero me dijo que en ese momento no tenían móvil para ir detrás del ladrón. Entonces me enojé y le dije al policía: no se necesita un móvil para ir a dos cuadras de la Comisaría y verificar lo que le estoy diciendo”, comentó la vecina.
Al no tener respuesta, se subió a su auto y fue a encarar al ladrón para que le devuelva el sillón que le había robado. Pese a increparlo, el joven de unos 23 años se le rió y le dijo “yo no le robé nada y luego se escabulló sobre el barrio Yapeyú”.
Los vecinos ya están cansados e indignados por la impunidad en la que se mueven estos malvivientes, que le roban las pocas cosas que han podido conseguir con el esfuerzo cotidiano de su trabajo.
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