Una calle de Gualeguaychú rinde homenaje al doctor Blas Fiorovic

“El motivo que fundamenta la presente es realizar y presentar formalmente la propuesta de otorgar un nombre a la calle pública que se encuentra ubicada lindera o entre calle Ituzaingó al Este y San Juan al Este, a los fines prácticos informamos que se trata de la calle sobre la que se encuentra ubicada el predio Turístico Solar del Este”, describía la nota que, en octubre pasado, presentó la Comisión Vecinal del Barrio La Ribera en la Municipalidad para bautizar dicha arteria con el nombre de Blas M. Fiorovic.

En la mañana de este viernes, con el acompañamiento de los once concejales presentes, el pedido se oficializó. “Dicho pedido refleja el afecto y la admiración de la comunidad hacia el doctor Blas M. Fiorovic, por lo que esta iniciativa cuenta con un amplio respaldo ciudadano”, sostiene uno de los considerandos de la ordenanza. Al tiempo que remarca que “fue un destacado profesional por su entrega y compromiso con la salud pública de Gualeguaychú, ya que ejerció su profesión con vocación y entrega en el Hospital Centenario, en el CAPS Juan Baggio, entre otros”. Y “su labor trascendió los ámbitos habituales de atención a la salud, ya que brindó asistencia médica a numerosos vecinos, especialmente en situaciones de emergencia sanitaria como las provocadas por las inundaciones que afectaron diversas zonas”.

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“Del lado de los más débiles y desposeídos”

Antes de aprobar la ordenanza, el concejal Emiliano Zapata (PJ) expresó unas palabras que el propio homenajeado había escrito la Pascua pasada. “Él dice: ‘jamás dejé de inquietar e incomodar a mi docente con preguntas y reflexiones que no se ajustaban al dogma, actitud digna del espíritu crítico que todos los niños poseen y que no muchos alimentan’”.

“Blas era reconocido por sus amigos, por sus compañeros de fútbol, tanto en Gualeguaychú como en Gualeguay como un tipazo, una persona muy sencilla, brillante, que amaba su vocación”, remarcó.

“En otro pasaje de esta nota ponía: ‘hoy decido quedarme con los valores primordiales que originen el espíritu de las personas que profesan el cristianismo en todas sus formas, con las buenas intenciones de gran parte del pueblo cristiano, con el inmenso valor simbólico de Jesús de Nazaret, siempre del lado de los más débiles y desposeídos, luchando contra el hambre y desafiando el poder, como siempre pasó a lo largo de la historia de la humanidad, quien peleó por repartir los panes de forma justa, pagó muy caro las consecuencias, murió ultrajado y humillado en una cruz, aunque parezca imposible, jamás tuvo resentimiento o deseo de venganza hacia su verdugo’. Estas palabras que Blas había escrito no hacen más que mostrarlo como él era”, agregó Zapata.

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Después de las palabras del concejal opositor tomaron el micrófono varios de sus compañeros y compañeras de cuerpo. Para, luego, hacer lo propio la viceintendenta. Como presidenta del Concejo Deliberante, Julieta Carrazza, se tomó una “licencia” y, lágrimas de por medio, dijo: “Agradezco mucho a los vecinos de La Ribera por traer esta propuesta. Les decía a los concejales que cuando se me viene Blas a la mente, se me viene una palabra que quizás no está tan de moda, que es la amabilidad. Blas era un chico amable. Y ser amable en la adolescencia (etapa en la que lo conoció) y en la vida, en un mundo en el que vivimos enfrentados unos con otros, es un don que muy pocas personas tienen”.

“No puedo pensar en muchas personas y ponerles esa cualidad, pero Blas de verdad la tenía. Y me alegra mucho que podamos honrar su memoria, que haya una calle de Gualeguaychú en la que, cuando pasen muchos años, las personas se pregunten quién habrá sido y que podamos seguir contándonos a unos a otros que los valores son importantes, que la amabilidad es importante y que el servicio de la comunidad sin esperar nada de cambio es importante”, indicó.

“Yo no soy comerciante, yo voy a ser médico”

Sin lugar a dudas, el momento más emotivo de la sesión se dio cuando Cristina, su mamá, tomó la palabra: “Blas me hace sentir que está presente en todos lados, su energía está en todos lados, lo único que falta es la materia. En referencia a lo que decían de su profesionalismo y de su vocación, cuando Blas se recibió tuvimos una charla y le pregunté qué residencia quería hacer y me dijo generalista. Yo justo estaba yendo a algún control y le comenté a mi médica que iba a ser generalista y ella me dijo: decile que se prepare para morirse de hambre”.

“Entonces, le comenté esto a Blas, por suerte hablaba mucho con él, era muy compañero, y él me contestó: yo trabajo por mi vocación y por la gente, hay mucha gente que necesita y yo estoy por y para ello, yo no soy comerciante, yo voy a ser médico. Y realmente lo hizo así, iba de la mejor manera a la salita, con una alegría que yo no puedo decir… y todo el tiempo compartía con nosotros lo que vivía, las necesidades de la gente, siempre estaba abierto a ayudar a todo el mundo”, agregó, notablemente emocionada.

“Así que solo le digo gracias. Gracias, gracias, gracias en nombre de Blas muchísimas gracias. Muchas gracias”, finalizó Cristina.