
Cuatro personas perdieron la vida el martes al recibir descargas de rayos que cayeron en distintos lugares de la provincia de Buenos Aires. Esta situación se puede dar en cualquier lugar del país por lo que es importante conocer más sobre éste fenómeno y también saber la manera de estar más seguros cuando se producen tormentas con descargas eléctricas
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Para profundizar este tema, EL ARGENTINO consultó a Eduardo Aubert, de la Estación Meteorológica de Urdinarrain, quien está autorizado a brindar información por el Servicio Meteorológico Nacional.
“Los rayos se pueden dar en el Departamento de Gualeguaychú, lo mismo que en cualquier parte de la Argentina, cuando se presentan tormentas severas, más que nada cuando poseen nubes de desarrollo vertical del tipo ‘cumulus nimbus’ que tienen una gran actividad eléctrica”, indicó Aubert.
Según detalló el especialista, “las únicas nubes que desprenden rayos son las denominadas ‘cumulus nimbus’, se trata de una enorme nube que posee un piso de 10 kilómetros y una altura que puede alcanzar los 20 kilómetros y que en la parte baja su temperatura es sobre cero y en la parte superior de la misma es bajo cero. Dentro de la nube los vientos siempre están subiendo –para mantenerla elevada- y hay enormes cambios de temperaturas Ahí se desprenden burbujas de altas temperaturas a una gran velocidad que al llegar a la parte baja del nubarrón –que posee temperaturas bajo cero- y con el enorme voltaje que tiene posee la misma, por efecto del roce de los vientos, hace que se produzcan los rayos”.
Es importante destacar que según precisó Eduardo Aubert, las nubes “cumulus nimbus” son las responsables de la mayoría de los fenómenos climáticos, tales como granizo, descargas eléctricas, vientos fuertes e incluso tornados, el resto de las nubes son accesorias y colaboran. Además, la parte baja de estas nubes es de corriente negativa, mientras que su contacto con la tierra produce en corriente positiva en ésta última, generando cortocircuitos.
Variedad de rayos
Los rayos son muy variados. Se pueden desprender de nube a tierra, pueden ser de tierra a nube o de nube a nube, entre otros.
Una manera sencilla de distinguirlos es cuando caen en los árboles ya que si se trata de un fenómeno de nube a tierra, el rayo quema la copa del árbol, en cambio cuando es de tierra a nube, el tronco del árbol se abre en dos y el árbol queda destrozado por completo.
Las centellas son una variante de los rayos, éstas se desprenden de nube a tierra y cuando encuentran un alambrado en un campo se trasladan a gran velocidad por el mismo, recorriéndolo hasta que finalmente caen a tierra y producen una enorme explosión, causando graves accidentes. Otras veces se pueden suceder muchos rayos en fracciones de segundos.
Según indicó Aubert, “la velocidad del rayo es la velocidad de la luz –que equivale a unos 300 mil kilómetros por segundo-, mientras que la velocidad del sonido de ese rayo es de 1.130 kilómetros por hora”.
Dentro de la nube, la explosión -el trueno- y el rayo se dan a la vez pero desde la tierra primero se ve el fogonazo de luz en el cielo –relámpago- y a los pocos segundos la estampida del trueno, debido a que cada uno recorre una velocidad diferente.
Cuando el relámpago y el trueno se dan de inmediato significa que la nube está muy baja o muy cerca de nosotros, lo contrario sucede cuando más segundos separan uno de otro.
¿Cómo protegerse de los rayos?
En la mayoría de los casos, cuando el rayo sorprende o mata a personas, como sucedió el pasado martes en la provincia de Buenos Aires, se debe a que en esa zona la parte más alta que había era el hombre.
“A muchos metros de estas personas seguramente no había nada que superara su altura y además, el ser humano posee un 70 por ciento de agua en su cuerpo, por lo que se convierte en una especie de antena que atrae los rayos”, puntualizó el especialista a EL ARGENTINO. “Si la persona anda a caballo el peligro se duplica porque no solo se eleva la altura sino que se multiplica la cantidad de agua”, añadió.
La primera recomendación que se debe hacer es tener buenos pararrayos, bien instalados “ya que no cualquier pararrayo funciona bien”.
Además, hay que tener en cuenta que un pararrayo cubre la altura que tiene, “o sea que si un pararrayo tiene 30 metros de altura cubre 30 metros a la redonda y nada más”.
Cuando hay tormentas eléctricas nunca es bueno ponerse debajo de un árbol o de un grupo de arboles ya que ahí se está exponiendo a los rayos.
Una manera segura de protegerse de este fenómeno es estar dentro de un auto, que no tenga descarga a tierra –colita rutera- y no se deben tocar las partes metálicas del mismo. “Dentro del auto uno está muy seguro, pueden caer muchos rayos alrededor pero ahí se está seguro”, precisó Aubert.
Dentro de la casa existen más peligros, más que nada si se trata de un rayo de tipo centella. Una de las prevenciones que se deben tomar cuando se observa una tormenta, es desconectar todos los artefactos eléctricos del hogar porque a veces por los cables de electricidad circulan los rayos. Hay que alejarse de los objetos metálicos, como estufas, cocinas, canillas, espejos, verjas. Evitar las corrientes de aire, como abrir o cerrar bruscamente una puerta o una ventana, ya que favorecen la producción de la descarga eléctrica. El sitio más seguro es el centro de la habitación más grande y más baja.
Si se está en el campo, nunca se deben acercar a estructuras metálicas, como un molino. En caso de haber un edificio o vehículo muy cerca, se debe intentar llegar a él. Alejarse de objetos altos (árboles, postes o cualquier objeto que sobresalga). No deben acostarse, ya que la tierra húmeda conduce muy bien la electricidad, sino que hay que agacharse lo más posible, pero tocando el suelo sólo con las plantas de los pies. Si se está nadando, jamás levantar un brazo: apenas los ojos sobre la superficie
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