
Docentes, familias, alumnos y representantes gremiales realizaron un abrazo simbólico a la Escuela N°9 Leopoldo Herrera para visibilizar los graves problemas edilicios que afectan al establecimiento. Las paredes electrificadas, baños rotos y una cocina con graves problemas.

Por Lautaro Silvera
El abrazo fue simbólico, pero también emotivo. La Escuela N°9 Leopoldo Herrera atraviesa desde hace años una delicada situación edilicia, y la comunidad educativa junto a docentes, alumnos, madres con hijos y el gremio AGMER, se reunió para pedir una intervención urgente que permita comenzar a solucionar los graves problemas que afectan al establecimiento.
Actualmente, el problema más urgente es el sistema eléctrico. El jueves 3 de abril, EL ARGENTINO publicó un informe en el que se denunciaba que, debido a fallas eléctricas, las clases debieron ser suspendidas. En febrero, la situación se repitió, y desde entonces AGMER (Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos) había advertido, mediante un informe, sobre la existencia de “paredes electrificadas”.
Desde la puerta de la escuela, Virginia de Armas, directora de la Escuela N°9 Leopoldo Herrera, tomó la palabra y compartió su preocupación por la situación.
“En primer lugar, quiero agradecer a todos los presentes por este abrazo. Emociona. La escuela es mucho más que un edificio: acá se aprende, se enseña, se educa. Amamos a nuestros niños. Yo soy educadora desde hace años, como varios de mis compañeros. Hemos hecho todo lo posible. Desde la gestión educativa se han hecho los reclamos. Desde marzo de 2024, cuando asumí como Directora, comenzamos a presentar notas por problemas edilicios que ya venían de antes. Lo más grave es lo eléctrico, pero hay muchas otras cuestiones. Todo eso fue elevado. La cocina también tiene problemas graves. Hemos seguido el canal jerárquico correspondiente: supervisor, director departamental, y de ahí al Consejo. Las gestiones están hechas”, expresó.
En otro momento de su discurso, de Armas destacó que el costo de la obra es elevado: “Estamos en emergencia. No hemos recibido el dinero necesario para concretar esta obra, que requiere una inversión importante. No es cuestión de vender empanadas y arreglarlo. Es mucha plata. Este es un edificio del Estado provincial, y por eso estamos esperando que llegue ese dinero”.
El breve discurso concluyó con un mensaje cargado de emoción y gratitud: “Quiero agradecerles por este abrazo, en nombre de todas mis compañeras y de los niños a nuestro cargo. La directora, la supervisora y la directora departamental nos han acompañado. Hemos gestionado el reclamo, y ahora queda esperar que el expediente avance y que llegue el dinero para la obra. Nuestros chicos merecen aprender en condiciones dignas. Hoy se retiraron los técnicos que estuvieron revisando la instalación eléctrica. El problema principal son las filtraciones: se arregla la parte eléctrica, pero cuando se filtran las paredes, vuelve a cortarse la luz. Esperamos que este arreglo nos permita continuar un poco más hasta que llegue la inversión necesaria”.
Un problema que se arrastra desde hace años
Pero los problemas edilicios no terminan ahí. Son muchas las dificultades que alumnos, docentes y personal deben afrontar día a día. Así lo expresó una madre durante el reclamo realizado este jueves por la mañana:
“El problema eléctrico viene de hace muchos años. Ahora es lo más grave. Después están las goteras, las filtraciones, que también provocan problemas eléctricos. En invierno hace un frío bárbaro, y en verano no hay ventiladores, o no se pueden prender porque hay peligro de derrumbe”.
También se mencionaron baños rotos: algunos sin cadena, por lo que debían usarse baldes, una puerta sostenida por una sola bisagra y, el año pasado, un peligro de derrumbe en la entrada del edificio, que debió ser clausurada. El patio se inundaba, aunque ese problema ya fue resuelto.
El testimonio de Natalia Zucol, desde AGMER
El relevamiento realizado por la seccional Gualeguaychú de AGMER en 27 escuelas de la ciudad detectó el problema de las paredes electrificadas. Este informe fue desmentido por la Directora Departamental, Natalia Báez, en una entrevista, aunque la situación persistió, sobre todo tras las intensas lluvias.
“En el relevamiento de marzo, señalamos que había escuelas con problemas eléctricos. Días después, dijeron que si bien había escuelas con necesidades urgentes, no existían problemas eléctricos. Un mes más tarde, algunos alumnos sufrieron una descarga leve, un ‘cosquilleo’. No podemos esperar a lamentar algo más grave para tomar medidas. En el marco de este paro docente nacional surgió la idea de este abrazo, como el que hicimos el año pasado en la escuela Matheu, que sigue en condiciones similares, al igual que muchas escuelas del departamento”, relató para EL ARGENTINO, Natalia Zucol, Secretaria Gremial de AGMER Gualeguaychú.

La dirigente también apuntó al Gobierno de la Provincia de Entre Ríos y remarcó la situación crítica del área de cocina en la Escuela N°9:
“Hay que resolver también el problema de la cocina, porque actualmente funciona en el comedor. Hay sectores que corren peligro de derrumbe. Esa es la realidad”, subrayó.
La situación actual de la institución exige la rápida intervención del Gobierno provincial para solucionar los problemas edilicios que afectan a la Escuela N°9. Esta crisis pone en evidencia la desatención de años a problemas estructurales graves y la falta de intervención de la obra pública, erradicada del plano nacional desde la asunción del actual presidente Javier Milei.
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