
Con la apertura del nuevo ciclo lectivo, la institución escolar que funciona en el barrio Munilla, inauguró su nuevo cuerpo de baños. Ahora necesita pintar el frente y hacer modificaciones en las aulas para levantar su cota y evitar inundaciones.

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El colegio “Nuestra Señora de Fátima” D 208, está en pleno barrio Munilla en calle Goldaracena y Camila Nievas, y desde el 2010 la comunidad educativa abrió sus puertas para que los chicos completaran allí sus estudios de educación secundaria.
El Colegio comparte el mismo edificio con la Escuela Primaria Nº 47 “San José”, más conocida en el vecindario como la “escuela del Vagón”.
La institución depende de la Diócesis Gualeguaychú, que junto a un grupo de padres y docentes quisieron brindarle a los chicos del barrio y alrededores más posibilidades educativas. Hoy cuenta con cien alumnos y con una orientación en Economía y Administración.
Desde su surgimiento en 1968, la escuela San José tuvo que afrontar diversos embates, tanto de las crecidas del arroyo Munilla, como de la gran creciente del 18 de marzo de 1978, cuando la escuela perdió todo lo que tenía y tuvo que mudar sus aulas a la unidad penal.
También sufrió varios robos y actos vandálicos, pero los docentes no bajan los brazos y encontraron en ese lugar un espacio para desarrollar su vocación de enseñar y formar a las nuevas generaciones.
“Esta es una zona complicada para enseñar. Los chicos son iguales a todas las escuelas pero el barrio Munilla es complicado”, explicó la rectora Alicia Cuba.
Pese a ser un colegio de gestión privada y depende de la Diócesis de Gualeguaychú, no se le cobra aranceles a los alumnos y tampoco hay una cooperadora.
“Nosotros no cobramos una cuota, el Estado paga el sueldo de los docentes y el resto de los servicios lo pagamos entre nosotros, tenemos el padrinazgo de Tarjeta Naranja que nos da 800 pesos todos los meses para comprar libros”, explicó la secretaria Laura Bernigaud.
Al ser una escuela de gestión privada, no ingresó en el plan Conectar Igualdad, y los alumnos no lograron obtener las netbook para aplicar las nuevas tecnologías digitales en el aula junto a sus docentes.
No obstante, el establecimiento cuenta con su sala de informática, donde los chicos pueden aprender a utilizar las distintas plataformas de información que hoy brinda Internet.
La apoderada legal de la institución, la profesora (jubilada) Susana Daroca, destacó el esfuerzo de las docentes para sacar adelante a los chicos que, en su gran mayoría, provienen de hogares humildes.
Al ser consultado por si hay deserción escolar en el establecimiento, la rectora dijo: “la deserción es igual a todas las escuelas, el problema que tenemos es en los recuperatorios, pocos son los que aprueban porque en febrero con el Carnaval es difícil estudiar, los recuperatorios tendrían que correrse para marzo, porque no le podemos impedir a los chicos o a las familias que trabajan gracias a el Carnaval, y para los chicos que tenían que recuperar saberes entre el 12 y el 13 de febrero, directamente no se presentan a rendir. Esto es algo que pasa en todas las escuelas. También tenemos abandono por embarazos adolescentes, hacemos todo lo posible para acompañar a la adolescente embarazada para que no deje los estudios, hasta le conseguimos turnos para el médico, pero a veces los padres son difíciles de tratar”.
En este sentido la secretaria de la institución manifestó: “Los docentes y todo el equipo directivo, hacemos todo lo posible para retener a los chicos en el aula el mayor tiempo posible, los incluimos con calidad educativa y apostamos a que todos los chicos que egresen de esta institución logren cursar un estudio superior, se están formando para eso, para que sigan estudiando”.
La rectora, destacó que: “Hacemos mucho hincapié en la lectoescritura, porque el chico sabe manejar bien la computadora, pero no se sabe expresar correctamente a la hora de pasar una entrevista laboral y fracasa, quiere comenzar la facultad y fracasa porque no saben interpretar un texto”.
En cuanto a proyectos edilicios, Daroca, mencionó: “una vez que juntemos un poco de dinero vamos a comenzar a pintar el frente y queremos hacer la entrada por calle Goldaracena, para evitar que cuando el río repunta y se inundan las calles, las actividades escolares se tengan que interrumpir. Entonces estamos pensando que al hacer el ingreso por Goldaracena vamos a tener que modificar la entrada al establecimiento y poder levantar la cota de las aulas para que no se inunden”.
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