
En la tarde de este lunes, las organizaciones comunitarias que promovieron la iniciativa dieron a conocer los resultados de la misma. El consumo y la venta de drogas es el mayor problema; el 42% apuntó a la inseguridad. Funcionarios municipales acompañaron la presentación del trabajo realizado.

Por Luciano Peralta
Desde su creación, a finales de los años ochenta, los barrios del oeste de la ciudad han sido marginados: ¿a quién se le ocurre que más de 2 mil personas (sólo en el 348) pueden convivir armoniosamente en espacios tan reducidos? Los complejos habitacionales que nacieron como respuesta a una creciente demanda, hace muchos años que evidencian problemas estructurales sin solución aparente. Hacinamiento -y todos los problemas que genera-, consumo problemático, inseguridad, lazos comunitarios muy débiles, etcétera.
En la Asociación Primeras Madres Cuidadoras, institución que trabaja en el barrio Eva Perón (348) desde 1996, conocen muy bien la realidad del barrio. La ONG es parte del el Espacio Cultural Asociativo (ECA), junto a las cooperativas de trabajo La Táfila y Arqueoterra, y la Sala Sinergia Teatral. Y, en noviembre del año pasado, llevaron a cabo el proyecto comunitario “Te muestro mi barrio”, en articulación con estudiantes de la carrera de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER).

Este lunes presentaron los resultados de esta iniciativa, no sin antes describir detalladamente los pasos previos y el trabajo realizado con la comunidad del barrio, como el mapeo colectivo realizado junto a los vecinos o la caracterización de cada uno de ellos respecto al lugar que habitan. Resultado de ello fue la identificación de los lugares seguros, las principales preocupaciones y las zonas de riesgo.
“Comparando la respuesta de las personas adultas en las encuestas con las narraciones de los niños y niñas mediante la cartografía social se visualizan coincidencias respecto a las principales preocupaciones nombradas de formas distintas pero haciendo referencia a: los consumos problemáticos de sustancias, la inseguridad, la basura y los animales sueltos”, detalla el informe final, presentado ante el director de Desarrollo Social de la Municipalidad, Marcos Henchoz; la responsable del área de Género, Diversidad y Protección a Personas Vulnerables, Claudia Fiorotto; Virginia Castillo, responsable del Área de Niñez, Adolescencia y Familia (ANAF); Jordana Vallenari, titular del Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf) Gualeguaychú, y el diputado provincial y ex intendente de la ciudad Juan José Bahillo, además de estudiantes y vecinos.
Los números de la encueta
La misma apuntó a rescatar las representaciones y percepciones de las y los vecinos del barrio Eva Perón (348 viviendas). “Se realizó un especial énfasis en las oportunidades educativas de cada grupo familiar, interrogando sobre la importancia de generar un espacio barrial de finalización de los niveles educativos básicos y/o para el aprendizaje de oficios”, sostiene el documento al que accedió EL ARGENTINO.
Rubros laborales
Del total de personas encuestadas (199), el 15% recibe una pensión como jubilado/a; el 18% es empleado/a del rubro privado y/o público; el 8% respondió que su principal fuente de ingreso es por servicio de limpieza; el 12% se dedica al rubro de la albañilería, la construcción; un 6% trabaja como docente o cuidador/a de personas; el 4% dijo ser transportista y el 8% se describió como desocupado o changarín.
Preocupaciones vecinales
Por otro lado, de las 113 respuestas, el 66% dijo que su principal preocupación es el consumo de drogas y su venta. Asociado a ello, el 42% apuntó a la inseguridad. También se mencionó la falta de limpieza del barrio, la cantidad de basura, la necesidad de luminaria, los perros y los animales sueltos, los ruidos, las peleas y la violencia en general.
“Se podría concluir que hay una preocupación creciente por la inseguridad, la droga, la falta de higiene; y también un barrio con identidad de trabajo y solidaridad, dispuesta a organizarse y a exigir respuestas que mejoren el barrio”, sostiene el trabajo presentado desde el ECA. Aunque destaca que “entre otras preocupaciones, también aparece la falta de actividades y espacios seguros para las infancias y juventudes”.

Necesidad de políticas públicas
Las conclusiones del trabajo presentado son muy extensas para resumirlas en un artículo periodístico, pero sí podemos destacar algunas demandas concretas. “Desde el ECA proyectamos el fortalecimiento de Madres Cuidadoras en el barrio apuntando a que el espacio físico se mantenga abierto durante todo el día. De 8 a 12 el Centro de primeras infancias y de 12 a 20 un espacio de merienda y acompañamiento lúdico-pedagógico para las infancias, adolescencias y jóvenes adultos del barrio”, sostienen los impulsores del trabajo en las “Proyecciones para el 2025”.
“Necesitamos que las políticas de gobierno de las instituciones del Estado municipal, provincial y/o nacional acompañen al accionar diario. Sea a partir de la articulación en programas, en gestiones asociativas o en la canalización de su presencia territorial mediante organizaciones o actores y referentes locales. Consideramos que el robustecimiento de las organizaciones de base territorial funciona como un mecanismo de desarrollo sociocomunitario, donde las propias instituciones estatales-gubernamentales se ven fortalecidas en su alcance a través del diálogo y el trabajo mancomunado con las organizaciones territorializadas”, cierra el documento.
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