
Antes del comienzo del Mundial, el gobierno y los organismos de seguridad sudafricanos remarcaron que iban a luchar contra los barrabravas y contra aquellos que tuvieran antecedentes penales, y así lo realizan hasta el momento.
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De todas formas, los argentinos volvieron a ser noticia, ya que con los 19 deportados de este miércoles suman 31 los violentos del país que tuvieron que abandonar la nación africana.
En ese sentido, los otros 12 directamente no fueron admitidos al momento de pisar el territorio sudafricano y tuvieron que
volverse al país. El embajador argentino en Sudáfrica, Carlos Sersale, reveló que en total "hubo 119 personas entre deportadas y no admitidas", ya sea aquellas que ingresaron a ese país "por vía aérea o por vía terrestre".
De ese total de violentos, "31 corresponden a barrabravas argentinos", lo que conforma un 26,05 por ciento, o un poco más de la cuarta parte.
Es un número bastante elevado si se tiene en cuenta la cantidad de selecciones que intervienen en el Mundial y aquellas
que no lo hicieron pero tienen una tradición futbolera, con grupos tan o más agresivos que los nacionales.
En tanto, hay al menos 20 barrabravas más de Boca que en las próximas horas llegará al país, aunque ellos decidieron irse de Sudáfrica por no tener dinero para ir a los estadios en los que se disputa el Mundial o simplemente para solventar su estadía.
Ese sector, cuya mayoría viajó el 28 de mayo pasado junto al plantel de la Selección, fue advertido que no podía estar a menos de un kilómetro de las canchas, por lo que consideraron inútil permanecer en Africa.
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