La comparsa más ganadora del Carnaval del País apuesta todo por el campeonato y busca sumar una nueva estrella.
Por Germán Farabello
La edición 2025 del Carnaval de Gualeguaychú trajo consigo muchas novedades, una de ellas es el debut como director artístico de Facundo Lucardi Navarro. El joven arquitecto de tan sólo 27 años de edad proviene de una familia con tradición carnavalera y transcurre su décimo quinto año trabajando para el espectáculo más grande del país.
En diálogo con EL ARGENTINO, Lucardi Navarro nos cuenta cómo vive la tarea de dirigir a la “supercampeona” del carnaval, cuáles son sus expectativas y hacia dónde cree que se perfila la fiesta más grande de la ciudad.
En un ambiente súper distendido, nos recibe en el mítico taller de calle España. En el corazón del Club Central Entrerriano, se cosen y bordan aquellas fantasías que darán vida a “Ítaca”, la temática elegida para competir en la edición 2025 del Carnaval del País.
P: Es tu primer año como director de Marí-Marí, pero hace muchos años trabajas en el carnaval ¿cómo vivís este desafío de dirigir la comparsa más ganadora?
R: Comencé en el carnaval desde muy chico, trabajando en la parte de iluminación con mi papá (Flavio Lucardi), precisamente en el 2011, en la comparsa Fobo. Fui creciendo en la parte laboral, siempre dentro del mismo rubro, pero a medida que fue transcurriendo el tiempo le fui agarrando el gusto a la parte creativa. Mi primera experiencia fue coordinando la carroza de mi curso, por una cuestión de que se nos había complicado seguir el proyecto de nuestro coordinador y propuse una versión más reducida. Cuando terminé el colegio dirigí algunas carrozas mientras comenzaba mis estudios en Arquitectura, combinando la parte técnica y la parte de diseño, dos cuestiones que la carrera conjuga muy bien. Cuando a Grego Farina se le da la posibilidad de dirigir la Comparsa en 2024, fue sobre un proyecto que habíamos armado en conjunto. A partir de eso se construyó el actual equipo de trabajo. Luego Grego se muda al exterior por temas laborales y la dirigencia confió en mí para continuar con la dirección del proyecto tratando de mantener la mayor cantidad de piezas posibles en vestuario, carrozas, puesta y música.
P: ¿Existe presión al dirigir un proyecto que el año pasado tuvo muy buenos resultados?
R: Dirigir Marí-Marí tiene una cuota de presión propia, mucho más siendo mi primer año como director. Además, la comparsa viene de varios años sin ganar, sin embargo, siempre sentí un gran respaldo tanto de mi equipo como de la dirigencia que siempre apostó al proyecto. Estoy muy conforme con el resultado de lo que hemos hecho, más allá de la autocrítica de las cosas que haya para ajustar, pero teniendo en cuenta que es mi primer año dirigiendo, estoy muy satisfecho con lo que se puso en escena.
P: ¿Cómo ves a Marí-Marí tras las primeras dos noches?
R: Creo que desde la primera a la segunda noche tuvimos un gran crecimiento. Personalmente, no me fui conforme de la noche inaugural, por las expectativas que tenía, a pesar de que la comparsa salió linda. La segunda noche cambió completamente y se vio una Marí-Marí diferente y mucho más competitiva. Creo que todavía tenemos margen para seguir creciendo. Considero que vamos a estar compitiendo, desde nuestro equipo se trabajó para ganar, pero veremos qué opina el jurado. Al haber propuestas tan diversas, puede pasar cualquier cosa.
P: Este año se retoma la propuesta de basarse en un relato épico ¿Qué te inspiró a contar la historia de Ulises?
R: Es una historia que había ideado mucho antes de saber que algún día iba a dirigir. La idea surgió durante la Pandemia, cuando empecé a trabajar en una carpeta basada en la Odisea. Al final, la temática que presentamos este año no es nada que ver con la original, pero sirvió como disparador. Por otro lado, en base al resultado del año pasado conversamos con Grego y sentimos que nos habían faltado más recursos visuales para contar la historia. En “Amanecer Prometido” hubo muchos más elementos abstractos, y carecer de personajes hizo que repitiéramos figuras. Este año buscamos algo que esté más instalado en el imaginario colectivo, como es la mitología griega, que tanto el público como el jurado conocen. Desde allí nos permitimos ciertas licencias creativas en cuanto a colores y terminaciones, a la vez que lo griego nos habilita una estética como siempre ha tenido Marí-Marí, con brillos, dorados y blancos.
P: Las cuatro comparas que participan tienen propuestas estéticas muy distintas entre sí, en ese sentido ¿hacia dónde crees que va el rumbo del carnaval?
R: Si bien hay mucha diversidad estética, todas compartimos un camino que tiene que ver con la teatralización de la puesta, las comisiones de frente fuertes, sumado a las propuestas más visuales desde lo gráfico, y no tanto las propuestas abstractas, que es lo que viene comprando el jurado. Se revirtió lo que fue el tetracampeonato de Ará-Yeví, que tuvo propuestas de abstracción total, hacia lo que son las Papelitos de Juane (Villagra), que son sumamente visuales. En cuanto a carrozas, tomó mucha relevancia el tema de los movimientos y no tanto el uso de las carrozas como escenografía, sino como algo resuelto en sí mismo.
¿Qué comparsa de la edición 2025 elegiría Facundo Lucardi Navarro para dirigir?
Consultado por las demás comparsas, el director de Marí-Marí reveló que pensando estrictamente desde la temática se sentiría más identificado con la propuesta de Ará-Yeví. “Tiene más que ver con el estilo de carnaval que me gusta ver a mí, con muchos trajes de bastoneras lujosos, trajes de escuadras lujosos. Quizás algunos ballets con otra estética que podría gustarme más o menos, pero en general de las tres propuestas es la que más me atrae y con la que me sentiría más identificado para trabajar”.