El concepto de Buen Vivir permite recuperar la unidad de sentido de todas las prácticas, saberes y políticas públicas. Porque la experiencia de la vida individual y social es una y simultánea. El desafío es pensar las distintas responsabilidades y relaciones en función de lograr el bienestar y la felicidad de la comunidad.

"Hablamos de una mirada, una perspectiva, que nos exige integrar más fuertemente tanto los conocimientos como las acciones. El pensamiento occidental moderno tendió, en el saber y en la práctica, a fragmentar las problemáticas de nuestras sociedades en dimensiones, responsabilidades, disciplinas específicas, que finalmente se fueron divorciando unas a otras, encerrando cada vez más”,  expresó el secretario de Desarrollo Social, Ambiente y Salud Dr. Martín Roberto Piaggio. "Esta fragmentación se tradujo a su vez en las formas de abordaje, en las políticas públicas, y además desde una mirada de la naturaleza como algo ajeno a lo humano, como un mero recurso. Las numerosas dificultades de nuestro tiempo nos obligan a cuestionar este paradigma”, agregó.

Las políticas en salud, educación, ambiente, cultura, vivienda, hábitat, obras públicas, deportes, espacios públicos, participación, se encuentran y aúnan en un mismo y único sentido: garantizar el Buen Vivir.