Por Luciano Peralta
Los resultados del escrutinio provisorio tras las elecciones en la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), llevadas a cabo el último jueves, mostraron un triunfo contundente de la oficialista Marcha Blanca, por lo que el próximo secretario general del mayor sindicato docente de la provincia será Abel “Pachi” Antivero, quien cumplirá mandato desde el 2026 hasta el 2029. En el departamento Gualeguaychú la conducción también continuará en manos de Marcha Blanca, en la figura de la docente Soledad Ponce, con quien dialogó EL ARGENTINO.
- ¿Qué balance haces del proceso electoral?
- El balance que hacemos es positivo. Era lo que esperábamos en cuanto al acompañamiento de la docencia a la lista Marcha Blanca y la participación, en general, fue buena. Podríamos hacer un análisis más fino, respecto a que muchas de las maestras de nivel primario no pudieron acercarse a votar porque cumplen doble jornada. El único horario que tenían era el del mediodía, cuando tienen que acercarse a la casa para comer y hacer sus cuestiones personales. La actual situación, que nos tiene terriblemente empobrecidos, hace que en el nivel primario los docentes estén desempeñándose en dos cargos.
- ¿En Gualeguaychú tuvieron el acompañamiento que esperaban?
- Nosotros estamos más que contentos de que más de quinientos compañeros nos hayan elegido para conducir la seccional Gualeguaychú, en una lista de unidad en la que la representación mayoritaria fue de la Celeste, pero también hay referentes de la Rojo y Negro ocupando secretarías. En este sentido es bueno saber que, si bien la lista Multicolor no tenía representación en Gualeguaychú, la realidad es que cuando los compañeros entraban al cuarto oscuro se encontraban con las dos listas: la de Marcha Blanca, que tenía representación en Gualeguaychú, y la Multicolor, que solo iba hasta la lista de vocales del CGE. Así y todo, creo que se entendió la necesidad de ir a votar y acompañarnos a quienes vamos a ocupar la Comisión Directiva departamental los próximos cuatro años.
- ¿Qué representa Marcha Blanca?
- La unidad como proyecto para la defensa de la escuela pública, y de los trabajadores y trabajadoras de la educación. Es una construcción colectiva con representación amplia en la provincia y con ejemplos de lucha. El pilar más más importante de nuestra defensa tiene que ver con la con la escuela pública, porque entendemos que es ahí donde se juega el derecho de las y los trabajadores a una educación digna. Desde una práctica que es situada, como bien sostiene nuestro eslogan, con el corazón en cada escuela, y también en cada comunidad de cada uno de los departamentos de Entre Ríos.
Apostamos a construir saberes socialmente válidos, fortaleciendo la producción pedagógica, la investigación y la formación docente. Es en ese marco que se inscribe la lucha por el salario digno, que debe garantizar condiciones dignas y respetar el valor social del trabajo. Es por eso que estamos en contra de cualquier ajuste que pretende llevar adelante el gobierno provincial en contra de los trabajadores y las trabajadoras. Lo que nos ha llevado en este momento a una situación de empobrecimiento que complejiza y que atenta directamente contra nuestra vida cotidiana y la de nuestras familias. Necesitamos un salario que mínimamente se equipare con la canasta básica y que reconozca la responsabilidad social que el trabajo docente tiene.
- ¿En qué otras demandan trabajaran en estos cuatro años próximos?
- En la defensa de la Caja de Jubilaciones y de la Ley 8.732. Nos hemos posicionado en contra del incremento del aporte del 3%, que deteriora también nuestro salario. No vamos a aceptar retrocesos en derechos jubilatorios conquistados por generaciones anteriores y, por consiguiente, vamos a estar defendiendo fuertemente la ley y la caja. Además, luchamos por cargos y horas reales, por estabilidad laboral, por concursos transparentes y por la titularización de todos los trabajadores de la educación. En este momento no estamos viendo ningún indicio que nos permita visualizar alguna posibilidad de titularización de cargos. Hay un retroceso: a lo que el gobierno llama refuncionalización, nosotros lo llamamos cierre de cargos. También estamos en contra del cierre de las escuelas rurales, porque sabemos que el gobierno de Frigerio tiene un proyecto para cerrar 300 escuelas rurales en la provincia.
- ¿Cuál es la situación de los edificios escolares en Gualeguaychú?
- Relacionado a esto, vamos a seguir reclamando participación real en la definición de políticas educativas y en la paritaria de condiciones laborales, porque somos los trabajadores de la educación quienes estamos en el territorio y quienes podemos hacer un gran aporte en esa política. Defendemos lo que nosotros llamamos salario indirecto, que son los edificios escolares en condiciones dignas, infraestructura adecuada y recursos pedagógicos para llevar adelante el proceso educativo.
Las condiciones edilicias de algunas de las escuelas del departamento Gualeguaychú son deplorables: techos que se caen, aulas sin calefacción ni ventilación adecuada, instalaciones eléctricas inseguras y baños en estado de abandono. No se trata de un problema menor, es urgente que el estado provincial asuma su responsabilidad y garantice edificios seguros y dignos para enseñar y aprender. Lo mismo para la lucha por las condiciones dignas de vida, es necesario profundizar el camino que abrió la paritaria histórica de las mil viviendas, para generar acceso a tierra y vivienda para todos los docentes. Para esto es necesario que las políticas públicas garanticen condiciones dignas, para que cada docente pueda enseñar y vivir con dignidad.
- ¿Qué ves en las políticas nacionales, provinciales y locales respecto a educación?
- Mantenemos una postura crítica frente a las políticas de ajuste y desfinanciamiento del Estado que son impulsadas tanto a nivel nacional como en provincial y municipal. Nos oponemos firmemente al modelo de desfinanciamiento del Estado que impulsa el gobierno nacional. Su política de ajuste, el recorte en educación, salud, jubilaciones y la avanzada privatizadora son una amenaza directa contra la escuela pública, los trabajadores y los sectores más vulnerables de nuestro pueblo. Por último, quiero señalar que nuestro colectivo está ocupado mayoritariamente por mujeres, a nosotras las políticas de ajuste nos impactan fuertemente: cargándonos de doble jornada laboral, más las tareas de cuidado. Entonces, mejorar el salario docente no es un privilegio, es una inversión en educación y en el futuro de la provincia y del país. La unidad de los trabajadores es una urgencia para defender nuestros derechos y también para defender la patria.