Por Luciano Peralta
En enero, la Canasta Básica Total, que determina el umbral de pobreza, se ubicó en $1.033.716, mientras que el salario mínimo docente fue de $552.245. Este número representa el 53,4% de lo que una familia necesita para no ser pobre.
Durante todo el año pasado, especialmente durante el segundo semestre, los docentes denunciaron los “sueldos de indigencia”, que llevaron a rechazar en forma sistemática seis propuestas salariales realizadas por el gobierno de Entre Ríos. Lo mismo pasó la semana pasada: no hubo acuerdo y, como es costumbre en el último cuarto de siglo en la provincia, las clases no comenzaron con normalidad.
Pero el del salario está lejos de ser el único problema en la educación pública entrerriana, el estado de las escuelas, en muchos casos, es realmente alarmante. Los casos se repiten: un techo que se cae y un aula es clausurada por problemas eléctricos en la Escuela N°4 "Gervasio Méndez"; la Escuela N°9 "Leopoldo Herrera" tiene paredes electrificadas y una conexión obsoleta; la Escuela N°2 “Domingo Matheu” se cae a pedazos (literalmente). Y la lista sigue.
Esta situación fue graficada en el relevamiento que la seccional Gualeguaychú de la Asociación gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) llevó a cabo durante el receso. En total, fueron recabados datos de 27 escuelas de Gualeguaychú.
Se trata de “garantizar las más elementales condiciones materiales en nuestras escuelas”, sostiene el documento al que accedió EL ARGENTINO. Al tiempo que enumera: “que no se caigan los techos, que las paredes no estén electrificadas, que se garanticen requerimientos básicos de seguridad y accesibilidad, que se acceda a sanitarios dignos, que haya matafuegos con la carga como corresponde, entre muchas otras cuestiones que exceden ampliamente el presente relevamiento”.
“Cabe mencionar que se trata de una responsabilidad del gobierno de la provincia de Entre Ríos, ya que durante todo el receso escolar no llevó a cabo ni una sola obra de las que se requieren en nuestras deterioradas escuelas”, denunciaron desde Agmer.
Los aspectos vinculados a la seguridad son los más preocupantes. En este sentido, el 77,8% de las escuelas consultadas consideró que las instalaciones eléctricas son regulares o malas; en tres escuelas expresaron que podría haber paredes electrificadas (11,1% de los encuestados). Con respecto a los matafuegos, 4 de cada 10 establecimientos no tienen o los tienen vencidos. Además, “el 75% de los establecimientos aseguraron que el estado de los techos es entre regular y malo” y “el 71% consideró entre regular y malo el estado de las paredes”.
Por otro lado, en un ciclo lectivo que comenzó con un calor agobiante, el 15,4% contestó que tienen ventiladores en todos los ambientes de la escuela; el 30,8% en “casi todos”, y el 53,8% “en algunos”. Ninguna escuela informó no tener ventiladores.
En este marco, uno de los datos “positivos” que evidencia el trabajo estadístico es el acceso a internet. Según la encuesta de Agmer, el 66,7% califica como bueno al servicio en la escuela y el 7,4% como excelente; en tanto que el 11,1% entiende que dicho servicio es regular, siendo muy pocas escuelas las que tiene un servicio malo, fuera de funcionamiento o no tienen.
Respecto a los techos de las escuelas, el 48,1% de las autoridades consultadas contestó que el estado es regular; el 7,4% consideró que es excelente; el 29,6%, bueno, y el 11,1% entiende que es malo. Respecto a las paredes, los números fueron: 51,9% regular; 22,2% bueno y 18,5 malo.
Por último, entre otros datos interesantes, el relevamiento interroga sobre los fondos para “arreglos menores” (mantenimiento) recibidos durante el año pasado. En ese sentido, la gran mayoría (66,7%) dijo que no recibió dinero en ese concepto; el 22,2% sí recibió y una porción menor dijo no contar con esa información.
El documento es extenso y explicita un abanico de demandas muy grande y variado, muchas relacionadas a la seguridad de la comunidad educativa. En este sentido, Agmer cuestionó el rol del gobierno provincial: “desde nuestro gremio entendemos que es el gobierno de Entre Ríos quien debería haber recorrido las escuelas relevando las condiciones edilicias para resolver los problemas que acá se evidencian y dar respuesta urgente a estas situaciones antes del comienzo de clases. Alertamos sobre la necesidad de mejorar nuestra querida escuela pública, pero no con discursos y anuncios mediáticos sino con obras reales y salarios dignos”.