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La violencia y el enojo estallaron el sábado a la siesta , en el barrio Villa María, donde un hombre de 35 años tras ser perseguido por una turba enardecida lo golpeó salvajemente y le provocó lesiones importantes con machetes.
El brutal ajuste de cuentas terminó con arrojar al arroyo Antoñico al inconsciente por los golpes en una proclama de justicia por mano propia. Según se informó, “el ajusticiamiento del delincuente es por los robos que hace en la zona y por la violación de una menor”.
El barrio, ubicado en la parte baja de la barranca, es habitado por personas de bajos recursos, pero también con el orgullo de tratar de ser honestos. Ante esto, los rebasó la situación de conocer que un vecino fue acusado de varios robos internos y de ser el responsable de un aparente abuso sexual con acceso carnal de una menor del vecindario.
Un vecino aseguró a Uno que cerca de 30 personas lo esperaron y rodearon, y al tratar de aclarar las cosas recibió patadas, trompadas y como si esto fuera poco los más enardecidos utilizaron tres machetes para herirlo en todo el cuerpo.
Pese a resistirse, el acusado fue reducido con facilidad por lo que tras ser golpeado con todo lo que pudieron lo arrojaron al arroyo Antoñico.