El mandatario comienza un nuevo gobierno en el que tendrá el desafío de bajar los niveles de pobreza y mantener la seguridad; están presentes presidentes de varios países del mundo entre ellos Javier Milei.
Redacción EL ARGENTINO
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, inició un segundo mandato este sábado con un poder casi absoluto y prácticamente sin oposición tras obtener una cuestionada reelección en febrero. A partir de ahora enfrentará un nuevo período con el desafío de mantener la seguridad en el país -eje de su alta popularidad- y lograr la prosperidad económica que prometió.
“Todos los gobiernos del mundo reconocen este gobierno, a pesar de lo que digan algunos opositores”, dijo Bukele al comenzar su discurso desde el balcón del Palacio Nacional, acompañado por su esposa y su hija mayor.
“La libertad es una de las cosas que más anhelamos los seres humanos, y nuestro país, después de mucho tiempo, tiene libertad. Logramos lo inimaginable, no con nuestra fuerza ni nuestra inteligencia, sino únicamente con la gloria y la sabiduría de Dios. Los milagros que hemos visto en este país no son pocos. Si Dios así lo desea, vendrán muchos más”, siguió.
Mediante una analogía con la medicina, Bukele aseguró que “hace más de 30 años apareció el cáncer de las pandillas, que se volvió el problema más urgente de resolver". "Ningún gobierno pudo combatirlo, es más, la medicina que los gobiernos dieron sólo empeoró la enfermedad (…) Juntos nos libramos del cáncer de las pandillas”, a pesar de haber tenido que tomar “medicina amarga”, dijo.
“Aquí vinieron expertos internacionales, organismos, a decirnos que así no se resolvía el problema de las pandillas, que había que resolverlo de otra manera. Pero ustedes valientemente decidieron no escucharlos y defender incondicionalmente las decisiones que se estaban tomando. Con la ayuda de Dios, el esfuerzo del pueblo salvadoreño y el gobierno, logramos resultados que ni nosotros mismos habríamos soñado”, afirmó el mandatario.
“El 4 de febrero ustedes reafirmaron que este es el camino que ustedes quieren para El Salvador para que salga adelante y cambie para siempre”, señaló frente a cientos de seguidores. El presidente indicó que “a partir de ahora tenemos una enorme tarea: la de proteger como un león nuestro legado, el legado más grande que un pueblo y un gobierno, trabajando de la mano, le dejarán a su futuro”.
“La sociedad salvadoreña sigue enferma, pero ya no tiene cáncer”, dijo Bukele, al afirmar que el foco de su segundo mandato estará puesto en enfrentar la crisis económica. “Así como hicimos este país seguro, haremos este país próspero”, prometió.
Bukele, quien indicó que “la oposición es insignificante”, dijo a los salvadoreños: “No hagan caso a voces que tratan de envenenar la mente de la gente cuando construimos algo bueno para el pueblo” y aseguró, nuevamente con una analogía, que “ahora faltan todas las otra enfermedades, pero hay que escuchar al doctor y seguir la receta al pie de la letra”.
El mandatario pidió a sus seguidores levantar su mano, jurar y repetir en voz alta: “Defender incondicionalmente nuestro proyecto de nación siguiendo al pie de la letra cada uno de los pasos, sin quejarnos, pidiendo la sabiduría de Dios, para que nuestro país sea recompensado de nuevo con otro milagro, y juramos nunca escuchar a los enemigos del pueblo”.
Convertido en uno de los líderes políticos más populares de América Latina por su controvertida guerra contra las pandillas y con una alta aceptación en su país, Bukele ganó la reelección en febrero a pesar de las disposiciones de la Constitución del país centroamericano que prohibían mandatos consecutivos. Los jueces de la Corte Suprema designados por la Asamblea Legislativa, con mayoría oficialista, habilitó su candidatura.
Bukele, de 42 años, prestó juramento en una ceremonia solemne en el histórico Palacio Nacional, en el centro histórico de San Salvador, a cuya plaza asistieron cientos de simpatizantes y donde estuvieron presentes mandatarios internacionales como Javier Milei, el rey Felipe VI de España y el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, entre otros. También asistió Donald Trump Jr., hijo del exmandatario estadounidense. (Fuente: La Nación)