Mujeres al frente: dirigentes entrerrianas que transforman sus clubes

La participación femenina en los cargos dirigenciales del deporte argentino sigue siendo marginal. Según el último relevamiento de la Coordinadora Sin Fronteras de Fútbol Feminista, solo el 6,8% de los cargos dirigenciales en clubes de Primera y Segunda División están ocupados por mujeres. El estudio federal realizado por INADI y la Secretaría de Deportes en 2022 muestra que más de la mitad de los clubes no alcanza ni un tercio de mujeres en sus comisiones directivas, y que tres de cada cuatro instituciones no garantizan igualdad de acceso a todas las disciplinas deportivas. Otro dato que se destaca es que apenas el 25% cuenta con alguna área específica para abordar cuestiones de género.

Esta brecha no es solo numérica: responde a estructuras históricas, mandatos culturales y modelos de gestión que excluyen o limitan la participación femenina. Como señala la investigadora Verónica Moreira, los clubes nacieron “desde una óptica de varones para varones”, y la división sexual del trabajo sigue condicionando el tiempo disponible de las mujeres para militar, gestionar y decidir.

Hay clubes del fútbol argentino que aprobaron el cupo en estos años, como San Lorenzo y River. Marisa Pérez es integrante de MACFUT, asociación que une a mujeres de todas las categorías de AFA: “Buscamos que el cupo sea un piso, no un techo. Es importante que se contemple en la reforma de los estatutos y en cargos titulares así se puede llegar a los espacios de toma de decisiones. Con esto ya no quedaría librado a cada gestión", expresó a un medio nacional.

Un poco de historia

Natividad Gallego del Club Atlético Platense en 1971, fue la primera mujer presidenta de un club de Primera División en Argentina. Asumió en mayo de 1971 tras la renuncia del presidente y vicepresidente del club. Su gestión fue breve pero histórica: marcó un precedente en el fútbol argentino. Tenía por entonces 48 años, era viuda y tenía dos hijos. Ante la curiosidad, la revista El Gráfico la retrató en la mitad de la vieja cancha de Manuela Pedraza y Crámer rodeada de jugadores. También, como signo de época, la fotografiaron lavando los platos.

El 20 de diciembre de 1995, Edith Pecorelli, abogada de 42 años, ganó las elecciones en Temperley (gestionado por la Justicia por la quiebra desde 1991) por el 62 % de los votos. Asumió el 7 de enero de 1996 y cumplió su mandato de dos años. Unos años después, en 2003, Gladys Ruifernández fue elegida presidenta de San Martín de Burzaco, cargo que mantuvo hasta 2008. En 2011, Valeria Cisneros, emprendedora de 34 años, asumió la presidencia de Central Ballester. La médica Lucía Barbuto, a partir de un acto eleccionario en 2018, se convirtió en la primera mujer presidenta de un club de Primera División en la era profesional moderna, al asumir la conducción del Club Atlético Banfield.

Desde no hace mucho, y en distintos puntos del país, mujeres dirigentes transformaron realidades desde adentro. En ciudades como Larroque, Urdinarrain y Rosario del Tala, las gestiones de mujeres dirigentas aportan orden, visión, infraestructura, escucha y compromiso comunitario. Sus voces permiten leer los datos nacionales desde una perspectiva territorial, y mostrar que la equidad no sólo se reclama: también se construye.

Mujeres entrerrianas que no solo ocupan cargos, sino que gestionan, transforman y abren caminos. En diálogo con El Argentino, tres dirigentas comparten sus recorridos, desafíos y apuestas desde el corazón de sus comunidades.

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El liderazgo no tiene género

Nancy Alejandra Martínez, comerciante de 52 años, fue electa presidenta del Club Central Larroque en abril de 2024, en una elección con más de 200 socios. “Desde hace casi dos años tengo el honor de ser la presidenta de una institución con más de 90 años de historia. Diría una de las más grandes de mi pueblo”, afirmó en diálogo con EL ARGENTINO.

Su llegada no fue sencilla: “Me encontré con cierta resistencia inicial. En un entorno históricamente dominado por hombres, muchas personas dudaban de mi capacidad para liderar. Pero desde el primer día me propuse demostrar que el liderazgo no tiene género, sino compromiso, dedicación, visión y trabajo en equipo.”

Durante su gestión, impulsó obras clave: “Se renovó el frente del club, se está haciendo el ingreso nuevo al estadio y se comenzó con la reforma total de la cancha de pádel. Además, dimos valor a toda la infraestructura que estaba un poco abandonada: salones, canchas, vestuarios, duchas, cantinas, centro de entrenamiento.” También promovió la creación de la primera escuela femenina infantil de fútbol: “Me llena de orgullo porque abrió las puertas a muchas niñas que antes no tenían ese espacio”, manifestó la dirigenta.

Nancy destacó el aprendizaje personal: “Dirigir un club no solo implica tomar decisiones, sino escuchar, mediar y motivar. He aprendido a valorar cada pequeña victoria, desde ganar un torneo hasta ver cómo nuestros atletas se superan día a día.”

Romper estereotipos en el fútbol

Georgina Revori es la primera presidenta del Club Deportivo Urdinarrain, fundado en 1940. “Es un inmenso orgullo el que siento y una gran responsabilidad. Es un honor y cada día lo disfruto, más allá del trabajo, es una gran emoción.” Como principal desafío la dirigenta manifestó: “Principalmente el desafío, que siempre lo digo en las notas, es romper con los estereotipos que existen todavía, más que nada en el ámbito del deporte, en el fútbol especialmente.”

El club tiene más de 400 chicos en fútbol infantil, fútbol femenino consolidado, pádel, tenis, jardín maternal y una pileta que funciona en verano. “Estamos por inaugurar la cancha de blindex de pádel. También hay obras en la cancha de fútbol sintético y proyectos para nuevos baños y mejoras en el sector visitante”, describió Revori a EL ARGENTINO.

Su gestión se caracteriza por la participación joven y femenina: “Somos muchas más mujeres que varones. Todos estamos entre los 30 y 40 años. La referente del fútbol infantil es mujer, la del fútbol femenino también. Yo trato de escuchar y brindarles a todos con el objetivo de que el club crezca.” Sobre el impacto de su presidencia, reflexiona: “Tuvo mucha repercusión que un club tan ligado al masculino del fútbol, que es un deporte tan machista, tenga una presidenta mujer. Me sorprendió a mí también, como que nadie lo veía posible. Pero acá estoy.”

“¿Qué puede saber esta mujer?”

Graciela Avanzatti es referente de la Federación de Rosario del Tala y presidenta de la Liga desde 2011. Con más de 30 años en el fútbol, su recorrido incluye clubes, comisiones de ciclismo y cursos de arbitraje. “No era alguien de escritorio. Iba, tomaba las canchas, hacía capacitación. Organizamos la Liga porque en aquel entonces no había nada”, afirmó Graciela.

Sobre su experiencia como mujer dirigente, manifestó: “No estuve sola. Por ahí me miraban como diciendo ‘¿qué puede saber esta mujer?’, pero demostré el trabajo con hechos. Siempre doy explicaciones y si hago algo, explicó el porqué.”

Graciela reconoce que su formación le permitió sortear obstáculos, pero advirtió sobre los techos de cristal: “Para delegado o representante del Consejo Federal siempre postulan a un hombre. A la mujer la tiene pero tenemos que seguir a los hombres desde un costado.”

“En el fútbol y en general, tenés que pelearla si querés llegar lejos. Si tu idea es llegar a querer ser diputada, necesitás que cuatro o cinco hombres te respalden, porque de lo contrario no será así”, declaró la dirigente de Rosario del Tala.

Una transformación que ya empezó

Los testimonios de Nancy, Georgina y Graciela permiten leer los datos nacionales desde una perspectiva territorial. En sus gestiones hay obras, planificación, escucha, participación juvenil y sueños, como lo afirmó Georgina Revori: “Yo sueño con un club que siga creciendo, que sea cada vez más grande, que tenga más opciones, que la infraestructura que tengamos sea de primer nivel o que al menos lo intentemos para competir a nivel provincial. Que siga siendo un orgullo para todos los socios. Que sea un lugar de encuentro para las familias y un ejemplo para las futuras generaciones.”

También hay resistencia, estereotipos y estructuras que aún excluyen. La transformación está en marcha, y no se trata solo de ocupar cargos: se trata de cambiar las formas de gestionar, de pensar el deporte y de construir comunidad. Como dice Nancy Martínez, “la presencia de mujeres en cargos de liderazgo no solo aporta diversidad, sino también nuevas formas de pensar y gestionar. Hoy, más que nunca, creo que es fundamental seguir abriendo caminos para que más mujeres asuman roles de dirección en el deporte.”

En Entre Ríos, esas formas ya tienen nombre, historia y experiencias dirigenciales positivas.