Tras el incendio, piden ayuda para reconstruir la Escuela de Acrobacias “Circo Chaplin”

El fuego provocó pérdidas totales en las instalaciones y destruyó el material de trabajo, dejando un vacío enorme no solo para sus docentes y alumnos, sino también para todos los que alguna vez encontraron allí un lugar de aprendizaje, expresión y contención.

Lo que hasta hace poco era un galpón lleno de color, amaneció ennegrecido por el hollín. Las paredes, los pisos y los techos quedaron dañados por las llamas. Las colchonetas, los colchones, los equipos de sonido y las herramientas de entrenamiento se redujeron a restos calcinados.

Sin embargo, apenas unos días después, comenzó a gestarse algo nuevo: una red de solidaridad que se extendió rápidamente, con vecinos, exalumnos y artistas que ofrecieron su ayuda para reconstruir lo que el fuego destruyó.

La escuela cuenta actualmente con 66 alumnos que asisten a clases semanales de acrobacias, tela, trapecio y otras disciplinas circenses. Allí, lo artístico siempre fue de la mano del acompañamiento humano: un espacio de pertenencia donde conviven generaciones distintas, unidas por el deseo de crear y moverse. Por eso, más que una pérdida material, el incendio significó la interrupción de una experiencia colectiva que trasciende las paredes.

Desde el primer momento, las docentes y referentes del Circo Chaplin de Gualeguaychú se propusieron no detenerse. “Vamos a reconstruir desde la fuerza colectiva, con el acompañamiento de la comunidad”, expresaron en una nota que enviarán a Juan Ignacio Olano, titular del área de Desarrollo Humano municipal, y a Luis Castillo, responsable de Cultura del municipio.

El objetivo es claro: reacondicionar el espacio físico y reponer los materiales esenciales para garantizar la continuidad del proyecto artístico, educativo y comunitario.

El proceso de reconstrucción se organizó en etapas. La primera consiste en una limpieza profunda y acondicionamiento inicial del lugar, que aún conserva restos de hollín y materiales dañados por el fuego.

Para ello se necesitan elementos básicos como esponjas químicas, paños, detergente, vinagre blanco y fosfato trisódico, además de equipos de protección personal, como mascarillas N95, guantes y barbijos. También se prevé la contratación de un volquete durante tres días para retirar los residuos y materiales quemados.

Una vez finalizada esa etapa, comenzará la reparación estructural, que incluye pintura de paredes y pisos, ventiladores y equipos eléctricos básicos para la ventilación y el sonido. Finalmente, la tercera fase contempla la reposición de los materiales de trabajo indispensables: colchones, colchonetas, equipos de música, pesas, bandas elásticas, rolos y pelotas, entre otros.

El incendio significó un golpe duro, pero también despertó una ola de empatía y compromiso. En redes sociales, artistas, instituciones y vecinos compartieron mensajes de apoyo y se organizaron para realizar colectas, y actividades a beneficio. “El arte y el movimiento son herramientas fundamentales para la transformación social”, afirman desde la escuela, convencidos de que el proyecto podrá renacer gracias al esfuerzo compartido.

Durante más de una década y media, el Circo Chaplin fue mucho más que un espacio de entrenamiento físico. Fue y es un semillero de talentos locales, un refugio para quienes buscan expresarse y una puerta abierta para descubrir nuevas formas de habitar el cuerpo y la comunidad. Su reconstrucción no implica solo reparar un edificio: significa sostener un proyecto cultural que ha marcado a generaciones de gualeguaychuenses.

El desafío es grande, pero la historia del Circo Chaplin demuestra que su verdadera fortaleza no está en las paredes, sino en las personas que lo integran. Por eso, en medio del dolor y las pérdidas, la escuela vuelve a apostar a lo colectivo, a la solidaridad y a la certeza de que el arte siempre encuentra la manera de volver a levantarse.

Cuánto costará la reconstrucción

El detalle de los costos contempla tanto los elementos necesarios para la limpieza inicial del espacio como los materiales para el reacondicionamiento estructural y la reposición de los equipos de entrenamiento. Los valores pueden actualizarse de acuerdo con las cotizaciones locales vigentes.

En una primera etapa, la escuela estima la contratación de volquetes para el retiro de residuos y materiales quemados, con un costo aproximado de $150.000. Para la limpieza profunda del lugar, se requieren esponjas químicas ($100.000), paños de limpieza ($10.000), detergente en bidones de 5 litros ($20.000), vinagre blanco ($12.000), y fosfato trisódico, un producto específico para eliminar residuos de hollín, con un costo total de $40.000.

Asimismo, se incluye la compra de mascarillas N95, guantes y barbijos comunes, por un total de $60.000, indispensables para garantizar la protección del personal y los voluntarios durante la limpieza.

En la segunda etapa, vinculada al reacondicionamiento del espacio, se proyecta una inversión en pintura látex interior (10 baldes de 20 litros), con un costo de $950.000, y pintura epoxi de alto tránsito para pisos (30 litros), valuada en $500.000. A esto se suma la adquisición de ventiladores ($140.000) y equipos eléctricos básicos destinados a la ventilación y el sonido del salón.

Finalmente, la tercera etapa contempla la reposición de los materiales de trabajo que resultaron dañados o destruidos por el incendio. Entre ellos, tres colchones grandes ($330.000), quince colchonetas o mats ($300.000), un equipo de música básico ($150.000), y elementos de entrenamiento —pesas, bandas elásticas, rolos y pelotas— con un costo estimado de $300.000.

En total, el presupuesto general necesario para recuperar el funcionamiento de la Escuela de Acrobacias “Circo Chaplin” asciende a $3.062.000 (tres millones sesenta y dos mil pesos).

La mayor parte del gasto corresponde a los materiales de limpieza y reconstrucción, además del equipamiento necesario para retomar las clases. Para quienes deseen colaborar, la escuela habilitó el alias “circochaplin” para recibir aportes.