Nicolás Calabrese es uno de los 473 tripulantes de la Global Sumud Flotilla que fueron detenidos por las autoridades israelíes tras interceptar las embarcaciones con las que navegaban hacia Gaza. Fueron llevados a la cárcel de Saharonim, en el desierto del Neguev, al sur de Israel.
Redacción EL ARGENTINO
Según informó a EFE Loubna Yuma, abogada de Adalah, el equipo jurídico de la flotilla, los arrestados fueron llevados al puerto israelí de Ashdod, donde tras ser fichados por la policía comparecieron ante las autoridades fronterizas para completar los trámites migratorios correspondientes. Luego fueron conducidos a la cárcel y desde allí, se prevé que sean deportados a sus países de origen.
La mayoría de los detenidos fueron conducidos en autobuses desde el puerto de Ashdod hasta la prisión de Saharonim, en la localidad de Kziot, junto a la frontera con Egipto. Esta cárcel fue concebida para alojar a inmigrantes en situación irregular en Israel y cuenta con capacidad para albergar a los cientos de tripulantes que intentaban llevar ayuda humanitaria a Gaza.
Por el momento, las autoridades israelíes no han confirmado oficialmente el paradero de los detenidos, aunque el jueves informaron que ya habían fichado a 250 personas antes de presentarlas ante un juez para determinar su deportación.
Un entrerriano entre los tripulantes
Entre los detenidos se encuentra Nicolás Calabrese, nacido en Paraná y residente en Brasil, quien formaba parte de la tripulación del buque Sirius.
Al respecto, su madre, Cielo Kramer, expresó su indignación y agradeció a Elonce por difundir el caso. “Es una vergüenza que ningún canal argentino haya difundido este caso, siendo que salimos a las calles de todas las provincias denunciando el secuestro ilegal de más de 500 personas que navegaban en aguas internacionales para llevar ayuda humanitaria. Es vergonzoso”, dijo.
Además, reclamó: “Quiero comunicarme con mi hijo y escuchar su voz, saber en nombre de él que está todo bien”.
La operación israelí
De las más de 40 embarcaciones que formaban parte de la expedición, solo el barco Marinette continuaba navegando este viernes por el Mediterráneo hasta que Israel anunció su bloqueo.
Los abordajes comenzaron la noche del miércoles y continuaron durante la madrugada del jueves, cuando la flota se encontraba en aguas internacionales. Desde la misión calificaron la operación como “nuevos actos de agresión contra civiles desarmados” y denunciaron que los voluntarios fueron “atacados con cañones de agua”, “rociados con agua contaminada”, además de sufrir interferencias sistemáticas en sus comunicaciones.
Por su parte, la Policía de Israel informó que desplegó más de 600 agentes y oficiales penitenciarios y de inmigración en el puerto de Ashdod para hacerse cargo de los cientos de detenidos.