Avanzan los trabajos en el Caño Lavalle con la construcción de cámaras de inspección que permitirán reparaciones sin romper asfalto. Una obra que permite un mayor caudal y presión de agua para la zona sur de Gualeguaychú.
Redacción EL ARGENTINO
El Gobierno de Gualeguaychú continúa con las tareas para asegurar un servicio de agua potable confiable, con caudal y presión adecuados para toda la zona sur de la ciudad.
En el marco de la obra del Caño Lavalle, la empresa contratista Hornus S.A. ejecuta actualmente la construcción de dos cámaras de inspección en la intersección de Urquiza y Lavalle, en el punto clave donde confluyen el caño de impulsión de 700 milímetros ya existente y el nuevo conducto de 500 milímetros que recorre la calle Lavalle hasta el Corsódromo.
Esta tarea representa una etapa fundamental de una intervención hidráulica que transformó la provisión de agua potable en los barrios del sur, una de las demandas históricas de la comunidad.
El nuevo caño de 500 mm -popularmente conocido como “Caño Lavalle”- permite aumentar el caudal y la presión de agua para las familias que residen en los barrios Villa María, Zabalet, San Cayetano, Pueblo Nuevo, Yapeyú, Trinidad y otros sectores aledaños.
Las dos cámaras de inspección en ejecución son estructuras de gran envergadura: poseen tres compartimientos cada una y alcanzan una profundidad superior a los tres metros, lo que permitirá acceder a la cañería en caso de inconvenientes futuros, sin necesidad de romper el asfalto.
Este diseño posibilita que, ante cualquier movimiento de terreno o inconveniente en la unión de las cañerías, las cuadrillas puedan intervenir con rapidez y precisión, lo cual minimizará las molestias e inconvenientes para los vecinos de la zona y los transeúntes.
Durante la etapa constructiva es posible que se registren pérdidas de agua temporales, una situación prevista que se solucionará una vez concluidos los trabajos. Además, para garantizar la seguridad y evitar roturas en la unión de los conductos, las excavaciones se realizan manualmente, sin el uso de maquinarias pesadas que puedan generar vibraciones o daños en las piezas ya colocadas.
La obra del Caño Lavalle, que en su momento implicó un gran desafío técnico y logístico, constituye ahora una mejora tangible en la calidad de vida de la población de la zona sur. El incremento de caudal y presión se traduce en un servicio más estable, eficiente y con la fuerza necesaria para cubrir la demanda de los hogares, los comercios y las instituciones barriales.