Para saber qué respiramos: comenzó el monitoreo de aire en Gualeguaychú

La Subsecretaría de Ambiente y Seguridad Alimentaria de Gualeguaychú, en articulación con especialistas del Conicet y del Laboratorio de Estudios Atmosféricos (LEA – INQUINOA), concretó la instalación de medidores de calidad de aire en cuatro puntos de la ciudad: el exfrigorífico, el Parque Industrial, el barrio Don Pedro y el centro.

La instalación se completó este martes por la mañana y marca un hecho inédito: Gualeguaychú es la primera ciudad de Entre Ríos y la segunda del país, después de Tucumán, en contar con este tipo de dispositivos. Los resultados comenzarán a conocerse en seis meses.

“Es un avance fundamental. Vamos a contar con información confiable sobre lo que respiramos y con datos que nos permitan tomar decisiones de política pública”, destacó Ivana Zecca, titular de la Subsecretaría de Ambiente y Seguridad Alimentaria.

Por su parte, el investigador del Conicet Rodrigo Gibilisco explicó a EL ARGENTINO, que durante seis meses se medirán partículas, gases y condiciones meteorológicas, con el objetivo de generar datos precisos para la toma de decisiones.

“El primer paso es determinar si existen emisiones en los sitios seleccionados. Luego podremos analizar hasta dónde se propagan y qué impacto tienen”, indicó el especialista, quien subrayó que el desafío es “transformar los datos en información accionable, que pueda ser comunicada al municipio y utilizada para definir políticas ambientales claras”.

Los detalles del monitoreo

*Exfrigorífico: se instaló un impactador de bajo caudal para muestrear material particulado PM10. Los filtros serán analizados en laboratorio para determinar la presencia de fibras de asbesto en el aire.

*Centro de la ciudad: se medirán partículas PM1, PM2.5 y PM10, junto a gases como óxidos de nitrógeno (NOx) y ozono, asociados al tránsito y la quema de combustibles.

*Parque Industrial: se colocó un sensor de partículas y una estación meteorológica para evaluar la dispersión de posibles emisiones según la dirección del viento.

*Barrio Don Pedro: se controlarán partículas y gases vinculados a olores molestos, como compuestos azufrados, dióxido de azufre y compuestos orgánicos volátiles.


Datos precisos

Con respecto al panorama que pueda aportar este análisis de mediciones en el aire, en el Parque Industrial va a ser una de las áreas más delicadas. “En el Parque Industrial se aplicará también la estación meteorológica lo que nos va a dar también es eh la contribución que tienen los vientos para la dispersión de los contaminantes que puedan llegar a tener el parque industrial sobre los alrededores. Con ese dato vamos a poder saber hacia dónde van las contribuciones y una vez que veamos eso también vamos a empezar a evaluar más puntualmente si es que hay algún compuesto en particular que queremos investigar”, explicó el investigador.

En cuanto a los datos que saldrán de las mediciones del centro de la ciudad, se podrán observar los siguientes datos. “Se busca determinar la contribución del parque automotor y del tránsito dentro de la ciudad para ver cuánta es el impacto que tiene. Ahí se va a instalar un sensor de material particulado que mide el material particulado en diferentes fracciones PM1, PM2.5 y PM10. Mide la concentración de esas fracciones y también vamos a instalar un medidor de gases que mide óxidos de nitrógeno que se llaman NOX y también ozono. Esos dos gases contaminantes normalmente se emiten mucho donde hay quema de combustibles fósiles. Son los gases que normalmente toda ciudad monitorea para saber cuál es la calidad de aire dentro de una ciudad”, indicó Rodrigo Gibilisco.

Qué viene después

Concluido el monitoreo, el Laboratorio de Estudios Atmosféricos procesará y analizará la información durante dos meses. El informe final incluirá conclusiones y recomendaciones que serán entregadas al municipio.

En relación al destino de los datos, Gibilisco precisó: “El procesamiento lo realiza el Laboratorio de Estudios Atmosféricos del Conicet en Tucumán, porque allí comenzó esta estrategia de monitoreo a gran escala, en una de las provincias más afectadas por la contaminación atmosférica. A partir de esa experiencia se diseñó el modelo que ahora se aplica en Gualeguaychú”.

El investigador enfatizó: “No se trata solo de medir, sino de entender qué respiramos, qué bebemos y cómo influyen las condiciones climáticas en nuestra vida diaria. La información debe servir para mejorar la calidad ambiental de la ciudad. Los datos en sí mismos no alcanzan: hay que transformarlos en información útil para la gestión pública y la comunicación a la ciudadanía”.

El equipo de trabajo estuvo conformado por Ivana Zecca, subsecretaria de Ambiente y Seguridad Alimentaria; el Dr. Rodrigo Gibilisco, investigador del LEA-INQUINOA (Conicet); el Dr. Patricio Orrillo, profesor de la UNT y asesor científico; y Exequiel Ferrer, de Química Norte Ambiental.

FRASE

“El primer paso es determinar si existen emisiones en los sitios seleccionados. Luego podremos analizar hasta dónde se propagan y qué impacto tienen”, indicó el especialista del Conicet, Rodrigo Gibilisco