La frontera entre Estados Unidos y México vuelve a ser escenario de controversia. Tras la visita oficial de la secretaria de Seguridad estadounidense, Kristi Noem, se confirmó la instalación de nuevas alambradas de navajas en varios tramos del muro fronterizo.
Redacción EL ARGENTINO
EE.UU. refuerza el muro con México con las alambradas, compuestas por cuchillas metálicas de alta resistencia, se colocaron en zonas de alto tránsito migratorio como El Paso, McAllen y Nogales. Según el Departamento de Seguridad Nacional, el objetivo es “disuadir el ingreso ilegal y proteger la integridad territorial”. Sin embargo, los testimonios que emergen desde ambos lados del muro revelan otra realidad: personas heridas, familias separadas y una creciente sensación de hostilidad institucional.
“No es una medida de seguridad, es una declaración de guerra contra los migrantes”, expresó desde Tijuana la activista Marisol Hernández, integrante de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos. “Ya hemos atendido a más de 40 personas con cortes graves en brazos, piernas y rostros. Muchos son niños.”
Visita de la secretaria
La visita de Kristi Noem, secretaria de Seguridad Estadounidense, se dio en el marco de una gira por los estados fronterizos, donde se reunió con gobernadores republicanos y jefes de patrullas locales. En su discurso en Laredo, la funcionaria afirmó que “la frontera sur está bajo asedio” y que “el gobierno federal tiene la obligación de actuar con firmeza”. La frase fue celebrada por sectores conservadores, pero encendió alarmas en organismos internacionales.
Desde Ciudad Juárez, el padre Miguel Ángel Soto, referente de la pastoral migrante, denunció que “las cuchillas no detienen la migración, solo la hacen más cruel”. Según sus registros, en los últimos tres meses se duplicó el número de personas que intentan cruzar por zonas de alto riesgo, como desiertos y ríos, ante el endurecimiento de los pasos oficiales.
En paralelo, el gobierno mexicano emitió un comunicado en el que “lamenta profundamente” la decisión de Estados Unidos y exige “respeto a los derechos humanos de los migrantes”. La cancillería también solicitó una reunión urgente con autoridades estadounidenses para revisar el impacto de las nuevas medidas.
“La frontera no puede convertirse en una trampa mortal”, advirtió la portavoz de Médicos Sin Fronteras, Ana Beltrán. “Las alambradas de navajas son una violación directa al principio de dignidad humana.”