La UNER concluyó la elaboración de repelentes con un total de 24 mil frascos

En marzo de 2024, la Facultad de Bromatología de la UNER (Universidad Nacional de Entre Ríos), dio el puntapié inicial con la producción propia de repelentes. El contexto era complicado en todo el país, los casos de dengue se propagaban en distintas regiones y los repelentes escaseaban.

A un año de aquel inicio, José Dorati, Licenciado en Bromatología, y Secretario de Extensión Universitaria y Cultura de la Facultad, habló con EL ARGENTINO, y destacó toda la producción hecha hasta el momento. “La última producción propia que concretamos fue de 24 mil frascos de 200 mililitros, destinados para la ciudad y distintas regiones de la provincia”.

La producción de los repelentes comenzó en marzo de 2024, con un proceso que demandó tiempo y coordinación. “Desde marzo-abril del año pasado comenzamos con la producción y entrega al municipio. En 2024, se produjeron 4.000 dosis, y en esta última producción, 24.000 más”, explicó Dorati.

La distribución de los repelentes fue cuidadosamente organizada: 10.000 frascos fueron enviados a la provincia, mientras que otros 10.000 fueron destinados al municipio de Gualeguaychú, como parte del primer convenio. Además, 4.000 frascos fueron distribuidos entre Larroque y Gualeguay.

Para octubre de 2024, la Facultad pudo acondicionar un nuevo laboratorio en su sede de 25 de mayo y Perón, donde se han dispuesto 70 metros cuadrados para la elaboración de estos productos.

“Tenemos un laboratorio y que lo reacondicionamos para elaborar específicamente este producto, con una instalación bien acorde. Esto da una proyección de producción mucho más importante que en la de marzo, ya que ahora pensamos llegar a más de 15 mil dosis”, remarcó Dorati en aquello ocasión.

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El futuro de la producción y la estabilidad

A pesar de la exitosa producción, Dorati subrayó que no se planea seguir produciendo repelentes a corto plazo, ya que la demanda ha disminuido. “No hemos tenido más demanda”, comentó. Sin embargo, no descartó la posibilidad de que la producción continúe en el futuro. “Los proveedores nos llaman constantemente, pero los procedimientos de compra llevan tiempo”, agregó.

Respecto a la estabilidad del producto, el Licenciado Dorati destacó que los repelentes tienen una fecha de vencimiento, pero aseguró que su durabilidad es alta.

“Es un producto con una estabilidad importante, al estar compuesto tanto por, agua, glicerina, y la dietiltoluamida. La solución de alcohol al 50% lo hace muy estable. Lo mismo que la dietiltoluamida que tiene una duración de tres años. Por lo tanto, si tiene que llevar una fecha, estamos súper cubiertos y el producto tiene una altísima estabilidad”, concluyó el Licenciado.