Margarita Bulacio: la Bombera del gol

Para quienes nos gusta el fútbol, es fácil pensar en una posición que “apague incendios”: el arquero, seguramente vamos a decir. Sin embargo, en el equipo de fútbol femenino de Juventud Unida, la encargada de meter goles es quien oficia de bombera voluntaria. EL ARGENTINO, en una entrevista con Margarita Bulacio, “la bombera del gol”.

-¿Cómo descubriste que te gustaba el futbol?

-Desde chica siempre jugué en el barrio con mis amigos. Recuerdo que nos la pasábamos en el patio de uno de los chicos, hasta se sumaba el papá y nos iba dando consejos. También se jugaba el típico partidito, 25, gol entra en la calle.

-¿Cómo llegaste a ser jugadora?

-Yo le pedí a mis papás sumarme a un equipo, pero en ese momento en La Liga no había equipos femeninos, y no sabía dónde se entrenaba. Cuando comencé la Facultad en Gualeguay, uno de los profes me invitó a sumarme al equipo de la facu. Ese fue mi inicio, con todas las reglas. Yo era bastante bruta, recuerdo que en uno de los primeros partidos choque a una contraria y la lesione, un bajón. Después de un tiempo, me invitaron a sumarme a un equipo: Unión de Gualeguay. Desde ese momento no paré de jugar.

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-¿Cómo fue llegar a jugar en Juve?

-Yo estaba jugando en Pueblo Nuevo, que justo a fines de 2022 había cambio de director técnico, (todavía no se sabía si el fútbol femenino seguía al año siguiente) así que el equipo se fue desarmando. Como esto se sabía, Chicho, el DT de Juve, me invitó a sumarme. Yo siguiendo a mis compañeras, que me dijeron que era un lindo grupo, acepté.

-¿Y qué tal?

-Me acuerdo de mi primer entrenamiento en el corsódromo: después de dos semanas de vacaciones, ¡no podía ni respirar! Y tal como me dijeron, es un grupo hermoso. Estos dos años juntas (con bajones de por medio, como todo equipo) nos han unido más, nos han hecho más compañeras. Estamos unidos tanto delegadas, profes y jugadoras.

-También sos bombera. ¿Cómo es esa historia?

-Siempre tuve la idea de sumarme a alguna de las fuerzas, pero no tenía bien definida a cual. Desde los 15 me sumé a scout y eso hizo que las ganas de servir a los demás sean más fuertes, a seguir el lema “ayudar al prójimo sin esperar nada a cambio”. Ya más grande, siendo educadora, en una de las visitas que hicimos con el grupo scout al cuartel, me decidí: quería ser bombero.

-¿Cómo arrancaste?

-No fue hasta fines del 2022 que, charlando con una compañera de fútbol, surgió que las dos queríamos ser bomberos, así que no esperamos mucho y apenas dijeron que abrían las inscripciones estábamos las dos anotadas para la academia. Fue algo que tenía bastante guardado. De hecho, cuando me inscribí solo lo sabía mi compañera. Hasta que realmente no comencé a cursar, no les dije a mis papás, ni a mis amigos. Después, mucho del apoyo vino de los profes y las chicas de Juve, ya que no tuvieron drama en que yo falte algunos días a entrenar, para ir a cursar la academia.

-¿Cómo es ser bombera?

-Por ahí soy un poco repetitiva, pero siendo bombero siento una satisfacción enorme sabiendo que estoy al servicio de los demás sin esperar nada a cambio. Sé que ser bombero es una gran responsabilidad, así que cada vez que suena la sirena y puedo ir, siento una mezcla de emociones: unos nervios terribles, miedo, adrenalina. Sé que tengo que dar lo mejor que pueda, sabiendo que atrás mío hay una familia, hay amigos que me esperan. Por eso, sabiendo que tengo esa responsabilidad, trato de capacitarme, de aprender todos los días algo más.