El segundo lugar de desfile fue para Kamarr, del Club Sirio Libanés. La comparsa de los lobos presentan Eclipsia, una historia de fantasía que aborda la lucha del bien contra el mal, representada en dos manadas de lobos (los negros y los blancos).
Por Germán Farabello
La apertura a cargo de Juana Paredes mostró algunas mejoría. La coordinación de la Comisión de Frente mejoró, aunque el volumen de los vestuarios de lobos, sumado a las roturas de las hachas que utilizan como elemento de combate, dificultaron el desarrollo de la misma.
La carroza de apertura también tuvo mejorías en cuando a elementos decorativos y lumínicos, aunque una estructura abstracta donde se repiten las líneas de diseño, corre detrás de sus competidoras, si se la evalúa como estructura escenográfica.
En las primeras escuadras se notaron mejorías en vestuario, comenzando por los Portabanderas Yamila Brusca y Christian Lescano que esta vez sumaron plumas, bordados y pedrería.
Del mismo modo, fue notable el cambio de la escuadra de los bisontes, está vez con terminaciones prolijas.
Más allá de las mejorías, sigue siendo evidente el trabajo de reciclado llevado a cabo por su director Leandro Manuel Rosviar, quien por primera vez dirige a la comparsa azul y negra, tras obtener un tricampeonato con Ará-Yeví. Tal es así, que delante del carro de los músicos se observan túnicas con flecos negros de la edición 2019, Pandemia.
Algo muy llamativo, es que su Reina Agustina García, si bien luce un traje impactante, su diseño está confeccionado en negro y dorado (colores de Ará- Yeví). Más allá de ese detalle, la soberana destaca por su belleza y desfile sumamente animado.
Lo mismo ocurre con la Reina de Ará-Yeví, que contrariamente porta un vestuario en azul y negro (los colores que identifican a Kamarr). Una perla para aquellos que prestan atención a los detalles.
Kamarr también logró mejorar su destaque central y su carro de cierre, que está vez se presentó completamente pintado, iluminado y con movimientos.
La música de Caravana de Carnaval fue pareja, con las voces precisas de su director Hernán Archaina, junto a la infalible Ornella Taffarel y el destacado cantante Marcos Cabeza.
Para coronar una noche donde los lobos ajustaron muchas de las falencias de la primera noche, el debut de la batucada Tempo do Samba encabezada por su director Fabián Iturburúa contagió a los presentes con cortes atinados, cambios de ritmo y volúmenes. La musicalidad de la batucada fue aprovechada por la experimentada Daiana De, bailarina con estilo propio que nunca defrauda. Con un estilo que la caracteriza, la fuerza de sus movimientos mantuvieron al público cautivó hasta la finalización del show, combinado con el acting de los batuqueros.
Kamarr mejoró notablemente, y todavía le quedan 9 noches más para seguir aullando con la fuerza de sus lobos.