El Gobierno argentino aguardará que el 31 de diciembre próximo caiga la cláusula RUFO para negociar en mejores condiciones con los ´holdouts´, los bonistas que no ingresaron a los canjes de deuda del 2005 y 2010, aseguró el ministro de Economía, Axel Kicillof.
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Así, la Argentina prevé iniciar nuevas negociaciones con los tenedores que bonos que rechazaron entrar a los canjes, incluidos los fondos buitre que ganaron un duro litigio ante los tribunales de Nueva York, en un intento por ponerle punto final a un default que comenzó a fines de 2001.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, consideró que "a fines de año, cuando desaparezcan los instrumentos que los fondos buitres han utilizado para la extorsión, habrá mejores posibilidades para dialogar".
Recordó que los acreedores rebeldes optaron por quedar fuera de la reestructuración de la deuda impulsada por el Gobierno kirchnerista en 2005 y 2010, aunque a partir de enero podría alcanzarse un acuerdo.
Esa cláusula se incluyó en los canjes de deuda de 2005 y 2010 para captar mayor adhesión y, en los hechos, prohíbe pagarles más a los de denominados holdouts, por lo que crea una igualdad de condiciones para aquellos que entraron o no a los canjes.
Por lo tanto, si se negocia con los fondos buitre antes del 31 de diciembre, fecha en que vence esa cláusula, y se les ofrece un monto mayor que a los bonistas reestructurados, estos últimos podrían demandar y exigir un pago igualitario.
"El default más grande de nuestra historia fue causado por el neoliberalismo. Y lo arreglamos muy bien. Pero ahí apareció el pequeño grupo de abogados, más que de financistas, y un juez que se hizo eco de esto", se quejó Kicillof en alusión a Thomas Griesa en declaraciones a la revista mexicana La Jornada.