
El comienzo de desarme del viejo y querido Cine Teatro 9 de Julio de nuestra ciudad, provocó polémica en la población y muchas preguntas entre los vecinos. Para responder a los interrogantes, el actual propietario del edificio, Marcelo Cardinaux, respondió a EL ARGENTINO, el por qué de su decisión.
Por 4
Por Mariela Charadía
(Colaboración)
En la edición del domingo pasado, hicimos un recorrido de la historia del cine, sus comienzos, el significado de aquel emprendimiento en aquellos tiempos de antaño y hoy el relato del futuro edilicio.
-Marcelo ¿Tenías en mente que algún día ibas a ser el propietario del cine de tu ciudad?
-En lo personal nunca se me había ocurrido comprar el cine, pero un día se cuadró el negocio, se dio y hoy me veo obligado a encontrarle rentabilidad.
-¿Cuáles fueron los primeros proyectos a realizar después de su compra?
-En un principio, por medio de la Municipalidad habíamos proyectado reconstruirlo y se pidieron los presupuestos necesarios para el trabajo. La empresa Xenon Servicios (Equipos profesionales para cine), de Buenos Aires, pasó presupuesto del proyector, la pantalla y el sonido, eso solo costaba en ese momento, 127 mil dólares. Había que hacer los baños, butacas, instalación eléctrica, totalmente a nuevo, eso salía entre siete y ocho millones de pesos. Ni con un crédito del mejor, con una tasa blanda y todas las buenas ofertas, se lograba pagarlo en años, llenando la sala todos los sábados.
La gente de la empresa Xenon, vino a Urdinarrain, visitaron la sala y dieron su opinión al posible trabajo por realizar. Me dijeron: esta sala cumple con los requisitos de hace 50 años atrás, hoy los cines no tienen más de 70 u 80 butacas, esta tiene 250. Habría que ocupar la mitad del cine, por lo tanto habría que dividirlo.
-¿Con quien más te contactaste para tratar de recaudar información?
-Me informé también como se manejaba el INCA (Instituto Nacional De Cine y Artes Audiovisuales), este organismo, alquila la película, da un número de programación, se pasa la misma y si se quiere volver a repetir, hay que renovar la autorización.
El INCA va por la entrada, de cada una me quedaba en ese momento $ 35. A eso había que sumarle una persona que cobrara la entrada, otra que la controlara y otra que supervisara la sala. Un número imposible de cerrar, ya que hoy los cines de ciudades más grandes, recaudan más con el Candy que está en el hall de ingreso, que con el corte de ticket. La tecnología y el avance de los medios de comunicación hicieron y hacen que una población como Urdinarrain, tenga tres generaciones que no conocen o no acostumbraron ir al cine y si lo hacen, van a las ciudades vecinas como Gualeguaychú o Concepción del Uruguay, que no solo ofrecen cine, sino una variada propuesta de salida, cosa que antes no pasaba, las distancias se acortaron, hoy viajar ya no es algo tan complicado como antes.
-¿Cuándo decidís no esperar más y buscarle una salida laboral a tu inversión?
-Después de haberle colocado un cartel de venta durante un año y medio, donde nadie se presentó ni llamó para averiguar su valor. Tampoco nunca se acercó gente involucrada con el arte de Urdinarrain, que me dijeran de formar una comisión o cooperadora para restaurarlo, yo siempre estuve abierto a cualquier propuesta para salvarlo, pero el tiempo pasó y los impuestos hay que pagarlos, una propiedad genera gastos y para que sea rentable debe estar en funcionamiento.
-¿Cuál sería el proyecto a futuro del edificio?
-Hablé con un arquitecto que evaluó la condición de la sala y me dijo: “Tiene muy buena acústica, un escenario que está bueno, una pantalla que sirve para pasar fotos, videos, películas. Esto para ser un salón de fiestas, de eventos, sirve”. Además el mismo se une con lo que fue la casa de familia, así que me proyectó una cocina, un buen patio, una salida de emergencia. Se está trabajando en ese proyecto, esto será a largo plazo, porque en este momento no estoy en condiciones de realizarlo pronto. No quisiera tocarle el frente, me interesa que el edificio mantenga su exterior como lo que es, un ícono de la ciudad. Pero eso no quita que si un día esto no funciona y viene el dueño de una concesionaria de autos y me dice de cambiar la entrada y eso me va a dar rentabilidad, lo haga. El lugar es espectacular para un salón de fiestas y a eso voy a apuntar.
Con un primer piso donde puede ir el DJ y quienes dirigen la fiesta o encuentro que se realice. También hay que nivelar el piso, se tomaron las medidas y hay 65 cm de desnivel. O sea que hay que picar la parte de adelante, con ese escombro rellenar el fondo y se haría un hormigón de diez cm, con eso estaría nivelado el salón, después quedarían las demás dependencias. Los baños, más allá de hacerlos nuevos, deben llevar rampa, tiene que cumplir con todas las normativas correspondientes, un proyecto que no
Comentarios
