
Pocas horas antes de morir, el fiscal federal Alberto Nisman envió una fotografía en la que mostraba su trabajo para la exposición en el Congreso, así como también fue hallada en su vivienda una nota con una lista de compras encomendada a la empleada doméstica para que realizara el lunes, lo que sembró dudas en su círculo íntimo sobre la hipótesis del suicidio.

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La imagen, dada a conocer por el vicepresidente primero de la DAIA, Waldo Wolff, data del sábado por la tarde y muestra siete resaltadores amarillos, una lapicera y varias hojas de la denuncia que el fiscal había presentado el pasado miércoles contra la presidenta Cristina Kirchner y el canciller, Héctor Timerman, entre otros imputados.
Enviada por Nisman a través de WhatsApp, la foto resumía el trabajo que estaba preparando Nisman de cara a lo que sería su presentación ante los integrantes de la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados, ocasión en la que tenía previsto brindar detalles de las pruebas sobre el presunto “plan de impunidad” coordinado por funcionarios y dirigentes kirchneristas con la República Islámica de Irán para desligar a ex funcionarios de ese país del atentado a la sede de la AMIA en 1994.
“Le escribí para consultarle acerca de quién debía levantar el secreto de sumario sobre los miembros de los servicios de Inteligencia. Él me respondió que el que lo tenía que hacer era el secretario del área, Oscar Parilli, y me envió una foto del escritorio en el que estaba trabajando”, contó Wolff a la Agencia Judía de Noticias.
Asimismo, el dirigente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) señaló que, tras el diálogo mantenido con Nisman el pasado sábado por la tarde, volvió a escribirle al fiscal el domingo por la mañana, pero no obtuvo respuesta.
“Intercambié dos líneas con él y ambas quedaron sin responder. En la primera decía ´Buen día´ y en la otra le preguntaba si correspondía que nosotros asistiéramos a la reunión de Comisión del lunes. En el momento en el que mandé el mensaje había dudas sobre esto porque no se sabía si iba a ser pública”, explicó.
Por otra parte, el expresidente de la DAIA Jorge Kirszenbaum aseguró que en el departamento del fallecido titular de la Unidad Fiscal AMIA se encontró “una nota dirigida a la empleada doméstica de él, en la que le indicaba algunas compras para realizar el día lunes”, un día después de que fuera hallado su cuerpo sin vida.
“Ayer (por el lunes) estuve en contacto con un primo hermano de la mamá de Nisman (Sara). Él me refirió que acompañó a la madre en los momentos en que ella estaba en el escenario de esta tragedia y pudo ver parte de ese escenario, donde advirtió que estaba el escritorio con toda la documentación que él estaba estudiando para exponer en el Congreso”, relató en diálogo con Radio Mitre.
En ese sentido, Kirszenbaum añadió: “(El familiar de Nisman) También observó la existencia de una nota dirigida a su empleada doméstica, en la que le indicaba algunas compras para realizar el lunes”.
Ante esa nota y los papeles del expediente sobre la mesa, el entorno del fiscal plantea dudas sobre la hipótesis del suicidio: “Si eso (el hallazgo de la lista de compras) fuera así, indica que no había ninguna intención de suicidio, de manera tal que llama enormemente la atención”, afirmó el expresidente de la DAIA.
“La familia no sostiene ninguna hipótesis de suicidio, ni por las características personales de Nisman, ni por las circunstancias, de ninguna manera se entiende que pueda haber un suicidio”, concluyó Kirszenbaum.
El titular de la Unidad Especial AMIA fue hallado muerto en su domicilio del piso 13 de la calle Azucena Villaflor 450, del barrio porteño de Puerto Madero, con un disparo en la sien derecha de una pistola calibre 22 que le prestó un colaborador de la Fiscalía.
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