Por 4
Hoy mi madre hace un año que se fue. Una persona que era alegre, buena, con una sonrisa contagiosa, una mujer servicial que nunca te negaba nada, siempre estabas si la necesitabas.
Quizás por eso Dios se la llevó con Él y desde allí desde el cielo nos debe mirar, nos debe vigilar y nos debe cuidar.
Yo cierro los ojos y la veo compartiendo una mesa, un vinito blanco, jugando a las cartas, los dados riéndose de todo, pero los abro y la realidad es otra porque ella ya no está y las ganas de darle un abrazo, un beso, decirle cuánto la quiero, extraño y pedirle perdón por todo.
Me las tengo que guardar y solo puedo ir a llevarle una flor como ella, al lugar donde descansa.
Margarita, madre, esposa, hermana, abuela y amiga, te digo gracias por la vida que me diste y por haber sido como fuiste. Te quiere, recuerda y extraña, tu hija Fabi.