Terrenos que generan problemas entre los vecinos

Para poder resolver este tema, el Concejo Deliberante sancionó en octubre del año pasado la Ordenanza Nº11511/2010 que derogó la vieja reglamentación Nº 10515/01. De ahora en más se establece la obligatoriedad de mantener los terrenos baldíos u ocupados dentro de la zona urbana en condiciones de limpieza, libre de malezas, pastizales o acumulación de basura. La existencia de terrenos baldíos en estado de abandono implica la invasión de malezas y basura en donde abundan roedores, insectos y alimañas, que deterioran la calidad de vida y atentan contra la salud pública, generan malos olores y durante los días de altas temperaturas son propenso a incendiarse ante la seca de pastizales o acumulación de residuos.

La suciedad que presentan estos lugares no condice con la aspiración de vivir en una ciudad limpia y saludable, y en otro sentido, resulta más que contradictorio con el hecho de pretender posicionarnos como una localidad turística.

Es necesario una fuerte intervención del Estado Municipal en procura de erradicar la costumbre de permitir que el abandono de inmuebles perjudique el bienestar ciudadano, deteriore la convivencia de un barrio. Para esto el Estado debería instrumentar un mecanismo que garantice la limpieza de terrenos y la inspección municipal, y en este aspecto el área de Inspección General del Municipio, carece de recursos humanos y logísticos necesarios, para que los inspectores recorran los barrios, detecten los terrenos abandonados y puedan dar con sus verdaderos dueños para aplicar la sanción correspondiente. Un terreno lleno de malezas también es lo que hace que un barrio se vuelva inseguro, dado que a veces esos lotes mal mantenidos pueden convertirse en aguantaderos o un lugar donde los ladrones pueden esconderse y ver los movimientos de los vecinos sin que estos sean detectados. Mantener los terrenos baldíos en buen estado es una manera de hacer una ciudad más segura y construir una mejor convivencia barrial.