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Pocos se atreven a vaticinar sobre cómo será la temporada turística estival, ante una caída del consumo que viene siendo regresiva en los últimos meses, el constante aumento del combustible y el inevitable incremento de los servicios gastronómicos y hoteleros.
Sin embargo, la industria turística tiene que explotar más que nunca su lugar geoestratégico, tan cercano a los centros más poblados del país, como lo son La Matanza, Capital Federal y Rosario, como así también el beneficio en el cambio que tiene los uruguayos a partir de la devaluación de la moneda argentina.
El flujo de turistas este verano, podrá llegar de la frontera y de la provincia de Buenos Aires y Santa Fe, que al no poder viajar al Uruguay y Brasil por lo caro que estará debido a la depreciación de nuestra moneda, apostarán seguramente al turismo de escapada a lugares no tan lejanos para ahorrar combustible.
Es allí donde Gualeguaychú podrá encontrar una beta comercial para explotar al máximo sus atractivos turísticos.
No debemos olvidar que nuestra industria turística es una fuente de ingresos muy importante para la ciudad, cuya distribución de los ingresos es la más democrática al llegar a todos los sectores y extractos sociales. De una temporada exitosa, depende el comercio local, la construcción y la generación de cientos de puestos de trabajo adicionales que genera el sector turísticos durante la temporada. La articulación de lo público y lo privado tendrá que estar más aceitada que nunca para definir una estratégia certera en promocionar nuestro Gualeguaychú turístico este verano.
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