
La puesta en valor de la Costanera Sur, es una obra postergada que ya no puede demorar más si queremos avanzar en la sectorización del turismo joven y liberar la Costanera Norte para la familia.
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El plan de mejora urbanístico del paseo ribereño, comprende tres etapas que consiste en inversiones de gastronomía, confitería, bar, restaurante y playa pública. La presencia del Anfiteatro también es estratégica para llevar allí bandas de rock durante el verano y así alejar a los jóvenes de la zona gastronómica de la Costanera, que es empleada por la familia al igual que las playas del balneario Norte.
A su vez será una excelente forma de revitalizar un espacio público que durante años estuvo relegado en cuanto a inversiones de desarrollo urbanístico y esto impidió la proliferación de nuevas unidades de negocio en la zona, que posibilitara incrementar la oferta del servicio turístico, como playa pública seca con duchadores, servicio de alquiler de reposeras, sombrillas, servicios de alquiler de botes, kayak y equipamientos recreativos para espacios públicos.
A su vez habrá que mejorar la accesibilidad desde la calle a través de sendas peatonales y hasta inclusive durante las jornadas de alta concentración de público, la calle se podrá cortar sin que esto genere un trastorno para el tránsito.
Este año el municipio debe avanzar con el llamado a licitación para revitalizar este espacio público y evitar más aglomeraciones en el sector norte.
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