
La OTAN acusó este jueves a los talibanes del ataque suicida en el que murieron al menos 40 invitados a una boda en una zona donde libra una ofensiva para expulsar a los insurgentes, quienes negaron estar involucrados.
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El ataque se produce en momentos en que la OTAN registra importantes bajas entre sus tropas desplegadas en Afganistán, con 24 soldados muertos desde el domingo, de los cuales uno este jueves tras la explosión de una bomba artesanal en el sur.
Según las familias de las víctimas, los miembros de una milicia progubernamental de lucha contra los talibanes participaban en la fiesta y el comando suicida detonó su carga explosiva en una sala
reservada a los hombres.
"El kamikaze detonó su cinturón de explosivos en medio de la muchedumbre", explicó el jueves Turiyalai Wisa, el gobernador de la provincia de Kandahar.
El drama tuvo lugar en el pueblo de Nagahaan, en el distrito de Arghandab de la provincia de Kandahar, principal feudo y cuna de los talibanes en donde las fuerzas especiales estadounidenses lograron resultados financiando y ayudando a los lugareños a armarse contra los rebeldes.
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