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Desde que se inauguró la temporada 2014-15 las playas se ven amenazadas por un río que crece empujado por un viento de sudeste. La crecida deja sin el solarium a los balnearios y sin lugar de esparcimiento a miles de turistas.
Mesas y sillas, barras de tragos y banderas de sponsors bajo un manto de agua, es el triste panorama que se vive por estos días en la Costanera, por los constantes repuntes del río.
Una vez que el río baje y las aguas se retiren, los concesionarios de las playas tendrán que reponer la arena que se llevó la crecida y limpiar la playa, pero pasarán días para que esto ocurra, mientras más lluvia se espera para el resto de la temporada.
Durante el 2014 la Cuenca del Río Gualeguaychú se vio sometida a intensas precipitaciones durante el 2014, que han revertido y hasta excedido a esta altura del mes, las medias históricas. De lo que va de enero ya llovieron más de 200 mm.
El cambio climático produjo que nuestra zona cambie su régimen pluvial, lloviendo lo mismo todos los años, pero más concentrado en pocas horas o en pocos días, lo que hace que Gualeguaychú se quede sin playas por las crecidas con más frecuencias.
Es en este contexto donde vamos a tener que rediseñar los lugares de esparcimiento para la próxima década y pensar en centros turísticos con piletas y distintos entretenimiento, en donde los clubes podrían tener una gran participación en este tipo de emprendimientos, debido a que las constantes crecidas del río y el costo adicional de reacondicionar las playas luego de cada repunte, con el tiempo volverá inviable la actividad a los prestadores turísticos.
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