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Informe especial: sectas en Gualeguaychú

La captación de la voluntad como la antesala de la estafa moral y material

En Gualeguaychú como en muchas localidades del país ha desembarcado una nueva metodología que tiene como objetivo la captación de bienes y personas, utilizando métodos sectarias y en algunos casos respondiendo a organizaciones de sectas.

Sábado, 26 de Febrero de 2011, 22:11

Por 4

“La eficacia de una propaganda política y religiosa depende

esencialmente de los métodos empleados y no de la doctrina en sí.

Las doctrinas pueden ser verdaderas o falsas, pueden ser sanas o

perniciosas, eso no importa. Si el adoctrinamiento esta bien conducido,

en la etapa adecuada de postración nerviosa tendrá éxito. En condiciones favorables, prácticamente todo el mundo puede ser convertido a lo que sea”.

(Aldous Huxley en “Un mundo feliz”).

 

 

Estos grupos se mimetizan especialmente en aquellos movimientos que abordan temáticas sensibles a estos tiempos como el medioambiente, el trabajo solidario o la búsqueda de espiritualidad. Es más, muchas de estas sectas se ramifican a través de características que son propias de organizaciones no gubernamentales e incluso se presentan como entidades de bien público sin fines de lucro. Todo sirve para ser utilizado como una pantalla, porque la captación de sus adeptos tiene entre sus fines, justamente la apropiación de sus bienes.

Los casos se repiten año tras año. Muchas familias de Gualeguaychú pueden dar testimonios de haber sufrido abusos, violaciones, estafas y coerciones psicológicas y económicas de una muy variada gama de sectas e incluso de individuos que utilizan esa metodología sectaria.

Entre los casos más conocidos en los últimos tiempos se encuentra la captación por el interés ambiental y ecológico, que ha sido una de las características de Gualeguaychú. Además, es un tema sensible vinculado incluso con el arte y los sentimientos más nobles de una comunidad. Tierra fértil para el desarrollo de las sectas o de individuos que utilizan esa metodología para estafar, el tema ambiental les permite tener una rápida puerta de acceso para “vender” sus soluciones “espirituales”.

Argentina todavía se debe el debate sobre cómo actuar frente a estos grupos o individuos que violan los derechos humanos más elementales.

Por ejemplo, en Gualeguaychú ya se han registrado casos donde el “captador” se introduce en algún grupo sensible a los intereses colectivos (arte, medioambiente, solidaridad, etcétera), capta a su futura víctima y comienza a realizar un trabajo de despersonalización, casi imperceptible.

“Lo usual es que le cambie el nombre, le busque otro o le asigne un sobrenombre. Ese es el primer indicio de que se está frente a un trabajo de despersonalización”, indicaron los especialistas a EL ARGENTINO.

El segundo paso es hacerle cambiar gestos o hábitos o costumbres que se consolidan con la misma personalidad, como puede ser el cambio de la firma de la persona.

Otra instancia sensible a la captación es alejarla del amor familiar, justamente porque la familia “es la gran enemiga de toda secta o actuación sectaria”.

Se sabe que no se puede captar a una persona sin antes alejarla de la familia. Y es la familia la gran enemiga de las sectas.

La otra característica que tienen estas personas es que se jactan de tener múltiples conocimientos: ambientales, medicinales, en grafología, en psicología y en una gran variedad de especializaciones. Pero en rigor no saben nada. No tienen título oficial habilitante. Y en todo caso tienen una gran capacidad discursiva que para una persona vulnerable puede ser hasta atractivo y luego hasta creíble.

Otra forma habitual de comportamiento –al menos en Gualeguaychú- es simular actos “épicos o románticos”. Por ejemplo, a altas horas de la noche invitar a la víctima a tener experiencias “espirituales” en el río o ir a rezar a diferentes altares del culto popular. Todo es válido para captar a la víctima y quedarse con su riqueza material. La víctima siente que alguien se ocupa de ella, pero en rigor es todo una manipulación.

Lo más lamentable es que las víctimas de estos grupos, cuando son rescatadas por sus familias, descubren que no tienen un marco legal que los ampare. Incluso en diálogo con las autoridades de gobierno, con legisladores, fiscales, jueces y altos jefes de fuerzas de seguridad, se descubre que no están preparadas para actuar cuando se enfrentan a este tipo de casos.

Así es común encontrarse con familias que han perdido contacto con sus hijos, hermanos, padres que fueron captados y mantenidos en situación de aislamiento con características sectarias, y que suelen recibir como respuesta que, si no hay delito de por medio, no pueden hacer nada.

Es que para el sistema todo tiene que encuadrar en lesiones, en estafa, en abuso sexual agravado, por señalar algunos ejemplos, caso contrario no puedo intervenir y no hay protecciones preventivas.

Docenas de vecinos de Gualeguaychú, cientos de entrerrianos y miles y miles de argentinos sufren la indefensión jurídica que significa no contar con instrumentos legales eficaces para enfrentar el problema de las sectas.

Sin embargo, en otras partes del mundo se ha avanzado mucho para brindar protección a los ciudadanos. Es el caso de Francia que aprobó en 2001 la ley About-Picard (1), que genera herramientas penales que sirven para controlar el fenómeno sectario, no solamente en sectas sino también en empresas o ámbitos familiares y de entidades intermedias, y para defender integralmente los derechos humanos de las víctimas.

Además, Francia creó órganos públicos especializados contra las sectas y uno de sus mayores aportes es el de reconocer situaciones como la coerción psicológica, la manipulación mental, el abuso fraudulento, el estado de ignorancia o de sujeción en que suelen encontrarse las personas captadas. La alteración del estado mental por medio de la manipulación no está siquiera discutida en la legislación argentina.

Es más, el Registro Nacional de Cultos en Argentina (2) permite inscribir a un amplio como impreciso abanico de fenómenos sectarios y aprovechándose de esa “amplitud” (en realidad es una imprecisión jurídica) las sectas cuentan a favor con el argumento de una supuesta “legalidad”, que incluso las beneficia con la exenciones impositivas para sus actos “religiosos”.

El fenómeno de las sectas se está agudizando en Gualeguaychú y en toda la provincia, tal vez favorecido por sus virtudes geopolíticas territoriales, dado que Entre Ríos es un paso fronterizo y además colinda con tres provincias argentinas.

Estos grupos tienen un alto impacto no sólo en Entre Ríos sino también en Santa Fe, en Córdoba, en la Provincia de Buenos Aires, en Corrientes y en la República Oriental del Uruguay como en Paraguay y Brasil. Su accionar delictivo muchas veces genera vínculos con la trata de personas, la prostitución infantil y la estafa económica en sus más diversas modalidades. Y lo más importante, el segmento de edad más propicio abarca a personas que oscilan entre los 15 y 50 años de edad.

Esto es posible porque las víctimas están indefensas, dado que es muy vaga la tipificación penal del sistema jurídico y el Estado carece de herramientas y especialidades para combatir estos delitos.

Ni siquiera se cuenta con un programa específico de prevención y asistencia a las víctimas de grupos que usan técnicas de manipulación psicológica.

No hay que olvidar que el accionar de las sectas involucra el secuestro de la voluntad de la víctima a través de técnicas de persuasión coercitiva con el fin de que su vida sea la adoración del líder y a ese líder entregarle el alma y el cuerpo y fundamentalmente la fortuna familiar.

La víctima al perder la voluntad y su identidad se transforma en una especie de esclavo feliz e incluso se vuelve en contra de su propia familia como consecuencia de su enajenación.

Estas sectas, estos movimientos sectarios andan por las calles de Gualeguaychú. Y por el momento no hay protección, excepto el amor familiar de la víctima.

 

Las sectas

 

* Ananda marga: esta secta se la conoce también como “Senda de felicidad perfecta”. Su origen es hindú y fue fundada en l955 por Prabhat Ranjan Sarkar, conocido por sus seguidores como Baba (dios). La doctrina esta basada en el tantra y el yoga.

El grupo se presenta en Occidente como espiritual y pacifico pero su historia en la India es controvertida. Desde la década del sesenta organiza motines y atentados políticos y en la India se los responsabiliza por varios asesinatos.

 

* Bhagwan Rajneesh (Osho): Rajneesh Chandra Mohan nació en la India en l931. Tuvo su momento de auge hacia fines de la década del `70 y principios de los `80 cuando instaló la sede principal en los Estados Unidos. Su doctrina se basa en el yoga tántrico y fue conocido como el “gurú del sexo”. En la Argentina no se conoce la sede central pero sus libros pueden encontrarse fácilmente en cualquier librería.

 

* Iglesia de la Cienciología: Esta Iglesia también es conocida como Dianética y está considerada por los investigadores como uno de los grupos más destructivos del mundo sectario. Su fundador fue el norteamericano Ronald Hubbard, un ex oficial de marina y mediocre escritor de ciencia ficción. Los adeptos son captados cuando se le ofrecen cursos y test gratuitos. La mayoría de los adeptos termina dependiendo psicológicamente del grupo y entregando su dinero. En Argentina funcionan desde hace varios años.

 

* Las Ocho Reinas: Juan Alfredo Unger, fundador de “Por un mundo mejor” o “Las Ocho Reinas” desarrolló sus actividades en la zona norte del Gran Buenos Aires. Ofrecía cursos de control mental, bionergía y conducía un programa radial sobre autoayuda. En l990 saltó a la tapa de los diarios luego que varios padres lo denunciaran por corrupción de menores y abuso deshonesto.

 

* Secta Moon: La Iglesia de Unificación o secta Moon nació en 1954 en Corea. Su líder, Sun Myung Moon, se presenta como el Mesías, el continuador de Jesús.

La doctrina del grupo expresa que Dios se divide en dos partes, una exterior a Él (el universo), y otra interior e invisible (lo espiritual). El pecado llegó a causa de que “Eva tuvo relaciones sexuales con Lucifer y luego con Adán”.

Los adeptos deben aceptar a los ‘verdaderos padres’, el reverendo Moon y su esposa y aceptar a Corea como el nuevo Israel, la tierra del mesías.

 

* Niños de Dios: Los Niños de Dios nacen en 1969 en los Estados Unidos. Su fundador fue un pastor evangélico llamado David Berg. La doctrina del grupo se basa en la Biblia y la particular interpretación de su líder, también conocido como Moisés David o Padre Mo.

Son apocalípticos y le dan una gran importancia al sexo, como un regalo de Dios. En la Argentina fueron prohibidos en 1977 pero retomaron sus actividades con fuerza a partir de 1985, cambiándose el nombre por “La Familia”. La mayoría de sus miembros se encuentran en Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, intentando crear instituciones para jóvenes drogadependientes.

 

El camino a la despersonalización

 

Las sectas necesitan que el adepto o la víctima pierdan su personalidad. Para ello se valen de las siguientes prácticas, aunque el listado no se agota en estos ejemplos:

1) El proceso comienza con minar la personalidad en una dinámica que hace prevalecer lo emocional sobre lo racional.

2) El aislamiento del mundo exterior, ya sea de modo psíquico o físico, produce un corte de los lazos afectivos con la familia, la pareja, los amigos, entre otros. Este aislamiento se complementa con la cancelación o el control de las actividades sociales de la víctima.

3) Se suprime toda información diferente a la emitida por la propia secta y se controla o reinterpreta lo que pueda provenir de afuera. Se vigilan correos electrónicos, llamadas telefónicas y se le coloca un acompañante permanente que impide que se razone sobre lo que está ocurriendo.

4) Otro planteo es hacer sentir a la víctima que junto a su “mentor” tiene la fuerza para enfrentar al mundo, siempre y cuando deje de cumplir sus obligaciones con las tradiciones familiares.

5) El debilitamiento orgánico y mental causado por el estrés derivados de dietas insuficientes e incluso tomando bebidas con alucinógenos u otras sustancias.

6) La manipulación de la sexualidad amplía los efectos neurotizantes del proceso adoctrinador sectario que deriva en una sumisión irracional del adepto con respecto al líder.

7) La entrega total, el proceso final: la riqueza familiar.

 

Referencias

1) En Argentina hay movimientos que buscan crear una ley antisecta. Más Información http://www.leyantisectas.com/

2) Este organismo depende de la Secretaría de Culto. http://www.culto.gov.ar/dircultos.php

 

Por Nahuel Maciel

EL ARGENTINO ©

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