Un estudio reciente de Microsoft analiza el impacto de la inteligencia artificial en 80 ocupaciones. Mientras algunas tareas se automatizan, otras se fortalecen desde lo humano.
Redacción EL ARGENTINO
La inteligencia artificial (IA) ya no es una promesa futura. Desde asistentes virtuales hasta sistemas que optimizan procesos, su presencia se multiplica en múltiples sectores. Un informe de Microsoft analiza el impacto de esta tecnología en 80 profesiones, dividiéndolas entre aquellas más vulnerables a la automatización y las que resisten desde lo humano.
¿Qué tareas puede asumir la IA?
El estudio introduce el concepto de “aplicabilidad de IA”, que mide qué tan factible es automatizar las tareas de un empleo. Actividades repetitivas, basadas en datos estructurados o patrones claros, son más susceptibles de ser asumidas por algoritmos. En cambio, los trabajos que requieren creatividad, decisiones complejas o habilidades físicas específicas presentan mayor resistencia.
Profesiones en transformación
Entre las ocupaciones con alta probabilidad de ser modificadas por la IA aparecen: Traductores e intérpretes, Historiadores, Asistentes de vuelo, Representantes de ventas, Escritores y autores, Encargados de cuentas, Científicos de datos, Desarrolladores web.
Incluso roles creativos o técnicos están siendo reconfigurados. Herramientas como ChatGPT pueden generar textos, traducir idiomas o analizar grandes volúmenes de información, modificando la forma en que estos profesionales ejercen su labor.
La IA como aliada
El informe destaca que la IA no necesariamente reemplaza empleos, sino que los complementa:
- Atención al cliente: Chatbots resuelven consultas simples, liberando a los agentes humanos para casos complejos.
- Redacción: La IA corrige y edita, mientras los escritores se enfocan en el mensaje.
- Ventas: Sistemas inteligentes detectan tendencias y ofrecen datos clave.
- Investigación: Algoritmos procesan información masiva, acelerando el análisis.
Profesiones que resisten
Microsoft también identificó ocupaciones menos propensas a ser automatizadas, especialmente aquellas que requieren interacción física, adaptabilidad en tiempo real o juicio ante situaciones impredecibles: Auxiliares de enfermería, Flebotomistas, Operadores de maquinaria, Techadores, Lavaplatos, Albañiles, Supervisores de bomberos, Operadores de plantas de tratamiento de agua.
Estas tareas dependen de habilidades humanas que la IA aún no puede replicar, como la destreza manual o la capacidad de reacción en contextos dinámicos.
La IA está reescribiendo las reglas del trabajo. Comprender su alcance y adaptarse a sus posibilidades permitirá construir un futuro laboral donde tecnología y humanidad se potencien mutuamente.